“El cuerpo femenino como arma de lucha cortocircuita el sistema”

“El cuerpo femenino como arma de lucha cortocircuita el sistema”

El movimiento internacional de mujeres Femen lucha contra el patriarcado  con acciones dirigidas contra tres instancias: la iglesia, la dictadura y la industria del sexo.  Aunque el  un movimiento  tiene sedes en varios países,  el grupo coordina su activismo y responde a una causa común,  “hemos conseguido algo que muchos movimientos feministas no han sido capaces de alcanzar  todavía, hemos creado una red de mujeres que verdaderamente luchan unificadas por el cambio de la condición de la mujer en nuestra sociedad”, afirmó la activista en el curso “Comunicación y género: mujeres informadoras e información sobre mujeres”.

 

 

Antes de sus  problemas con la red social Facebook, que cerró  su  cuenta por considerarla pornográfica,  la página de Femen, con más de cien mil  seguidores, era una de las principales plataformas de información de la campaña para conseguir la liberación de las presas políticas encarceladas en prisiones tunecinas. Las mujeres que militan en FEMEN  emplean su cuerpo como arma de lucha,  “cada femen es una femen distinta, pero todas somos hermanas que luchan por lo mismo,  cada una se gestiona como quiere –ha declarado Lara Alcázar-,   yo creo que el cambio reside en que la mujer no se sienta obligada a hacer cosas, sino que decida qué cuerpo tener, decida amar su propio cuerpo y dentro de este amor, decida emplearlo para un cambio político”.

 

 

El cuerpo – dicen las activistas de Femen- es algo natural y las acciones de agitación y propaganda de la organización  recurren al cuerpo desnudo, “la imagen de los cuerpos no se ajusta a lo que poder espera, precisamente el cuerpo de la mujer está destinado al ritual, al placer sexual o erótico, por eso  cuando las mujeres empleamos nuestra desnudez como arma, el sistema se cortocircuita. Esa pérdida de control hace que el sistema  no sepa cómo gestionarlo y ponga de manifiesto todas sus carencias”  declaró la líder de Femen en España. En los últimos meses, tras la apertura de un centro de entrenamiento en París, el movimiento ha arraigado en Francia, España, Bélgica o  Alemania, y se han creado nuevas sedes en Polonia y Suecia.

 “Nuestras  activistas sólo pueden ser mujeres, pero eso no significa que no haya hombres en Femen, sino que colaboran a distintos niveles: fotógrafos, periodistas, grupos de apoyo a la hora de hacer una protesta e incluso aportar ideas”, concluyó Lara Alcázar.

 

FOTO: Femen España

Dejar un comentario

captcha