Madrid.-“No se puede entender el fenómeno de las mareas, que estamos viviendo ahora, sin el fenómenos de los indignados”. Así lo afirmó el sociólogo Eduardo Romanos, director del encuentro “Los movimientos sociales y la nueva ola internacional de indignación”, dentro del programa de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense.
Romanos explicó que para el análisis sociológico de movimientos como el 15M es imprescindible estudiar su difusión, porque esta no es solo mediática, al haberse convertido las redes sociales en la nueva herramienta de los activistas, y abrirse la posibilidad de utilizar nuevos canales que permiten una relación más interpersonal. Todo ello, resaltó, genera una nueva repercusión social: “Se consigue transmitir diferentes cosas: conocimientos más prácticos, y un sentimiento de eficacia de la acción colectiva que anima a los activistas a continuar con los movimientos”.
La ventaja que aporta Internet es que permite una difusión internacional de manera muy sencilla, afirmó el sociólogo para quien es también importante analizar qué se difunde de unos países a otros y a través de qué canales. Movimientos como la Primavera Árabe, el Occupy Wall Street y el 15M deben compararse para comprobar “hasta qué punto estas movilizaciones comparten algunos elementos, y hasta qué punto sus demandas y reivindicaciones tienen que ver con el contexto local”. El sociólogo explicó que este tipo de fenómenos tienen un elemento importante de emoción, pero también destaca que se comparten conocimientos y experiencias, lo que genera pensar en la sociedad de una manera distinta a como la estamos viviendo.
En relación al 15M, Romanos hizo hincapié en que pese a que este tipo de fenómenos sorprenden en la forma en que surgen y en el impacto que producen en la vida pública, no son del todo impredecibles: “En el 15M había mucha gente detrás invirtiendo tiempo y esfuerzo en organizar las movilizaciones”.