Santander.-La catedrática de Filosofía moral y política de la UNED, la asturiana Amelia Valcárcel, ha pasado por las aulas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), para ilustrar a los alumnos de la Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta ‘Carlos Castilla del Pino’ con su experiencia en religiones comparadas y el estudio del hecho religioso.
Como ella misma ha descrito, su ponencia se ha desarrollado tomando como ‘hilo expositor’ el título que llevaba su intervención: “Quien habla solo espera hablar a Dios un día”, un verso de un poema de Antonio Machado, que, para la filósofa, “siempre resulta sorprendente”, “aunque ese diálogo, para la mayoría de la gente de occidente, ha desaparecido o está haciéndolo”, ha defendido.
La catedrática en Filosofía ha manifestado que, “aunque haya investigaciones del campo neurológico que pretenden señalar dónde se produce determinado tipo de sentimentalidad vinculada con el fenómeno religioso, lo importante es el estudio del mismo como un fenómeno histórico y social. Y es que no nos basta con saber en qué lugar del organismo puede encontrarse, porque esta sentimentalidad está sobre todo fuera”.
Sin entrar “en si existe Dios o no, porque no lo necesito. La religión no puede organizar la vida social o política. Las formas religiosas no son cosas con las que se pueda tratar de manera alegre, porque son, en sí, peligrosas”. Asimismo Valcárcel ha mostrado su preocupación en torno al hecho de que “estamos en un momento de soledad en plena globalización”.
“Que todo lo que propicien las religiones sea bueno es una esperanza con muchas posibilidades de fracasar. Las religiones nunca contradicen a sus sociedades, y si estas son patriarcados, las religiones también lo serán”, ha concluido Valcárcel en relación a las mujeres, “muchas veces en el abismo”, a ojos de las religiones.