La vicepresidenta, en la inauguración del Seminario de Buenas Prácticas Internacionales para la reforma de la Administración Pública, ha dicho que el Gobierno ha impulsado "la agenda reformista más extensa, profunda y meticulosa de nuestra democracia".
Soraya Sáenz de Santamaría ha asegurado en el Senado, en presencia del secretario general de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Ángel Gurría, que desde finales de 2011 este Gobierno está cambiando "la forma de hacer las cosas y están cambiando nuestras expectativas. Más allá de la gravedad de la crisis, asentamos las bases para un crecimiento económico duradero y sostenible".
Para ello, y siguiendo las recomendaciones formuladas por la OCDE, se ha puesto en marcha la agenda de reformas "más extensa, profunda y meticulosa de nuestra democracia" que ha permitido recuperar el control de las cuentas públicas y la confianza sobre el sistema financiero, así como "la moderación de la inflación y de los costes laborales unitarios como ejes para el impulso de las exportaciones o la atracción de las inversiones extranjeras".
En este contexto, la reforma de las administraciones públicas supone, según la vicepresidenta del Gobierno, "el proyecto más amplio de los acometidos". Su objetivo se resume en "ganar en eficiencia y convertir la administración en motor de crecimiento económico". Para ello se busca el ahorro, pero también "gastar menos y prestar más y mejores servicios para impulsar nuestra economía".
Un análisis riguroso de la Administración
Sáenz de Santamaría, que ha hecho estas declaraciones en la inauguración del Seminario de Buenas Prácticas Internacionales para la Reforma de la Administración Pública en Países de la OCDE, ha puntualizado que se trata de una reforma de la Administración "concebida desde la propia Administración. Se ha realizado un estudio completo de nuestra burocracia componiendo una radiografía que muestra con precisión quirúrgica aquellos puntos donde se obstruye el sistema y que, por tanto, son susceptibles de mejora".
El resultado es el informe CORA, fruto de siete meses de trabajo "en el que han participado responsables de todos los ministerios" cuyo espectro se amplía a partir de ahora "para que sean expertos de la OCDE los que analicen el texto con el fin de valorar sus iniciativas e introducir nuevas propuestas de éxito".
La vicepresidenta ha reconocido que el sector público ha sido un factor clave de desarrollo en la España democrática, aunque "han surgido ineficiencias y redundancias derivadas singularmente de la descentralización de nuestro modelo" debido a que "el celo competencial ha provocado en ocasiones la aparición de duplicidades y cargas que generan ineficiencias reales". Pese a ello, ha desmentido que la Administración española tenga un coste desmesurado: "El peso del sector público en España es del 43,4% del PIB, seis puntos por debajo de la media europea".
Soraya Sáenz de Santamaría ha asegurado que el Gobierno ha tenido "conciencia, voluntad y competencia para abordar todas las reformas estructurales que permitirán impulsar la competitividad de nuestra economía. Las hemos mantenido en 18 meses para impulsar más de 100 iniciativas legislativas". Entre ellas destaca esta reforma del sector público que, en su opinión, "marcará un antes y un después y dejará sentir sus beneficios durante muchos años".