Cae una organización de trata de mujeres de origen brasileño y venezolano, en Galicia

Cae una organización de trata de mujeres de origen brasileño y venezolano, en Galicia

Para obligarlas a ejercer la prostitución les retiraban el pasaporte y las sometían a amenazas y presiones que recaían no solo sobre ellas sino también sobre sus familias

El cabecilla, de nacionalidad española, estaba siendo buscado por las autoridades brasileñas por delitos relacionados con el proxenetismo cometidos en Brasil

 

Ourense.- Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía brasileña, han desarticulado un grupo organizado dirigido por un clan familiar, que captaba a chicas jóvenes en Brasil y en Venezuela a las que ofrecía trabajo en España y, una vez en nuestro país, las obligaban a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída con la organización. El clan mantenía vínculos incluso familiares con Brasil, país en el que el líder habría regentado algún club de alterne en el pasado y donde estaba siendo buscado por las autoridades judiciales por causas pendientes relacionadas con delitos de proxenetismo.

 

Un clan familiar

 

La investigación se inició el pasado mes de marzo por agentes de la UCRIF de la Comisaría de Vigo, a raíz de la denuncia presentada por dos mujeres que estaban siendo víctimas de esta organización y las posteriores pesquisas policiales permitieron averiguar el funcionamiento de la misma. El núcleo básico del grupo estaba compuesto por un clan familiar cuyo cabecilla, de nacionalidad española, estaba casado con una brasileña. Ellos dos, su hija, su hijo y la esposa de este último, dirigían la actividad del grupo en España. Las funciones de los diferentes miembros del clan estaban claramente establecidas, siendo el padre el principal líder de la organización, el hijo administrador de uno de los clubes y la hija encargada y administradora de otro.

Las víctimas eran mujeres de entre 20 y 30 años de edad, que eran captadas fundamentalmente en la región brasileña de Goaiana, así como en Venezuela, entre los estratos sociales más desfavorecidos y, a las que engañaban ofreciéndolas venir a nuestro país para trabajar en el servicio doméstico. Los encargados de captar a las víctimas eran personas de la máxima confianza de la organización, sobre todo amigas de los miembros del clan e incluso familiares, como es el caso de la suegra del cabecilla. Tras aceptar la oferta, la organización se encargaba de costear todos los gastos derivados del viaje y de aleccionar a las mujeres sobre cómo tenían que comportarse a la hora de cruzar las fronteras, para no tener problemas con las autoridades españolas.

 

3.000 euros de deuda

 

Una vez en España, eran trasladadas por miembros de la organización a los clubes de alterne o a un chalé anexo a uno de ellos, donde eran informadas de que, en realidad no iban a dedicarse al servicio doméstico, sino que tendrían que trabajar para la organización ejerciendo la prostitución en clubes regentados por la misma. Además, debían saldar la deuda contraída, que ascendería a unos 3.000 euros.

Para obligarlas a ejercer la prostitución, la red las sometía a continuas amenazas y presiones que recaían, no solo sobre las propias mujeres, sino sobre sus familias en Brasil o Venezuela. Incluso les fue retirado el pasaporte, con el fin de que no pudieran huir. Posteriormente les era devuelto este documento, en el que habían estampado sellos de autoridades españolas, lo que también utilizaban para amedrentarlas, haciéndolas creer que actuaban en connivencia con dichas autoridades y que, si se escapaban y eran detenidas, serían inmediatamente expulsadas de España.

 

Colaboración policial internacional

 

Las investigaciones permitieron a la Policía averiguar que el líder de la organización tenía antecedentes en Brasil por delitos relacionados con la prostitución y la trata de seres humanos, por lo que se contactó con la Policía de la República Federativa de Brasil que, de manera coordinada y simultánea con la Policía española, continuó las investigaciones en aquél país, llegando así a averiguar los nexos de unión existentes entre el clan que operaba en España y otros miembros del grupo que trabajaban para dicho clan en labores fundamentalmente de captación de víctimas tanto allí, como en Venezuela.

De esta manera, gracias al trabajo conjunto de ambas policías, brasileña y española, se lograba desarticular una organización de ámbito internacional dedicada al tráfico y la trata de seres humanos. De forma paralela se averiguó que habían constituido un complejo entramado societario, con diversas sociedades instrumentales utilizadas como "sociedades pantalla", con el fin de facturar los beneficios económicos obtenidos de la explotación sexual de estas mujeres en clubes de alterne sin levantar sospechas y enviarlos a Brasil, donde la organización había adquirido diversas propiedades inmobiliarias.

 

Seis detenidos en España y cuatro en Brasil

 

En el transcurso de la misma se ha detenido a un total de diez personas: seis en España, los máximos responsables, y otros cuatro en Brasil, encargados de las labores de captación de víctimas. Los agentes han registrado dos clubes de alterne y tres domicilios particulares, uno de ellos, un chalet anexo a uno de los clubes, en el que eran alojadas algunas de las mujeres. Además se han intervenido los siguientes efectos: diverso material informático y electrónico, varios móviles, relojes de marca, 9.000 euros en efectivo, diversa documentación y seis vehículos. Una primera estimación permite valorar los bienes de la organización (locales, chalets, pisos y vehículos) en más de 3.000.000 de euros.

 

La autoridad judicial ha acordado el bloqueo de diversas cuentas bancarias de los miembros de la organización y las diferentes sociedades utilizadas por los mismos, el embargo de propiedades inmobiliarias, así como la suspensión temporal de actividades de las sociedades y clubes de alterne, quedando, por el momento precintados por orden judicial. Por otra parte, las autoridades brasileñas, han solicitado la extradición del cabecilla de la organización por los delitos que tiene pendientes en Brasil.

La operación ha sido llevada a cabo por los Grupos I y V de la Brigada Central de Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y la UCRIF de la Comisaría de Vigo (Pontevedra) con la colaboración de las Brigadas Provinciales de Extranjería y Fronteras y de Policía Científica de Orense, la Unidad de Extranjería de Verin (Orense), Guías Caninos de la Jefatura Superior de Policía de Galicia, así como de la Policía de la República Federativa de Brasil.

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