Uno de los proyectos de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, en colaboración con la Delegación Saharaui en Asturias, es el de Vacaciones en Paz, que consigue que cada año más de trescientos menores saharauis permanezcan dos meses de verano con familias de acogida asturianas. Cuenta también con la financiación de varios ayuntamientos asturianos, la Axencia Asturiana de Cooperación y la Junta General del Principado de Asturias, que subvencionan el viaje, haciéndose cargo las familias solamente de la manutención. Hoy martes comienzan a llegar a España los jóvenes saharahuis.
El programa de vacaciones en paz consiste básicamente en acoger a un niño o niña saharaui cuya edad oscila entre los 7 y 12 años, la parte de la población más vulnerable, durante los dos meses que van desde primeros de Junio a finales de Agosto. Se les trae en esas fechas porque el verano allí es muy caluroso y supera fácilmente los 55 ó 56 grados, provocando incluso la muerte de muchos de ellos; de esta manera, además de estar en un clima más suave, tienen la oportunidad de mejorar la precaria alimentación que reciben en los campamentos y cargar las 'baterías' para pasar el resto del año en el Sáhara. También son sometidos a revisiones médicas para tener controlado su estado de salud y solucionar cualquier problema que puedan tener (cosas que aquí son fáciles de tratar y allí, sin embargo, complicadas, por falta de materiales y recursos).
Las familias que les acogen, ya sean parejas o personas solas, lo hacen en régimen de acogida y no pueden adoptarles, ya que se trata de niños que tienen familia en los campamentos de refugiados. Estas familias de acogida les tratan como si fueran uno más de la familia y los menores deben respetar las normas que tengáis en casa, eso sí, hay que respetar sus diferencias con nosotros (sobre todo en cuestiones de religión, rechazo a comer cerdo...) y ser comprensivos con ellos, ya que cuando llegan (sobre todos los más pequeños) pasan una primera semana de adaptación (o dos) en la que se sentirán tristes y quizá algo desorientados. Lo bueno es que al ser niños, se aclimatan rápido al nuevo ambiente y una vez adaptados a la familia (y la familia a ellos) suelen repetir verano tras verano; además, luego las familias de acogida tienen la oportunidad un par de veces al año (en Diciembre y / o Semana Santa) de visitar los campamentos de refugiados para vivir 'in situ' las condiciones de vida en las que se encuentran.
Durante las vacaciones hay padres que se van a la playa, al pueblo, etc. cada uno se organiza a su manera siempre teniendo en cuenta que si viajáis por España nos tenéis que avisar de vuestro destino para tener localizado al menor (no se puede salir de España con él, no está permitido).
Otro objetivo no menos importante, es el de implicar a miles de asturianos de las familias de acogida y de su entorno, en el problema de estos niños y del pueblo saharaui en general, despojado violentamente de su tierra a pesar del reconocimiento internacional a su derecho a la autodeterminación.
Otro objetivo no menos importante, es el de implicar a miles de asturianos de las familias de acogida y de su entorno, en el problema de estos niños y del pueblo saharaui en general, despojado violentamente de su tierra a pesar del reconocimiento internacional a su derecho a la autodeterminación.
(Fuente: Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui)