Bruselas.- Los intereses de los astilleros navales holandeses y franceses han triunfado de nuevo este jueves y 80.000 trabajadores del sector naval español, entre ellos los de los astilleros asturianos, están a un paso de ver destruidos sus empleos. Almunia, en un rasgo de 'generosidad' dice que no se pedirá la devolución del tax lease a los astilleros ni a los que compraron los barcos, sino a los inversores y los bancos, con lo que el resultado será la imposibilidad de operar en el futuro de las empresas de construcción naval.

A la reuniòn asistieron el ministro de Industria, convencido de haber encontrado nuevos y poderosos argumentos, que no fueron bastantes para aplacar la postura implacable del comisario europeo, los presidentes de Asturias, Galicia y País Vasco, los secretarios generales de Cc.OO y UGT y representantes del sector naval.

Pero nada. Y eso que el mismo presidente del CES europeo, conocido el problema por CC.OO, había dirigido una carta al implacable Almunia pidiéndole reconsiderase tan brutal decisión.

El presidente del CES Europeo, Henri Malosse, comparte la preocupación de los sindicatos españoles y solicita al comisario que tenga en cuenta "los graves efectos sociales" de la devolución de las ayudas

En una carta dirigida al vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, el presidente del Comité Económico y Social Europeo (CESE) asegura estar preocupado por "el futuro del sector privado de la construcción naval en España", por lo que reclama a las instituciones europeas que tengan en cuenta "los graves efectos sociales" que tendría una decisión "que obligara a devolver las ayudas recibidas". Henri Malosse espera que se valoren las alegaciones de los agentes económicos y sociales, que demuestran que las ventajas fiscales de las que se benefició el naval español "son similares a las recibidas por otros sectores y países".