Santiago.- Los argumentos jurídicos, económicos y políticos sobre el tax lease, que hoy presentarán al comisario europeo de la Competencia Joaquín Almunia el Gobierno central y los ejecutivos autonómicos de Galicia, Asturias y País Vasco, están basados en que los astilleros y armadores españoles “lo único que hicieron fue cumplir la ley”. En juego, 80.000 puestos de trabajo de unos astilleros que, en su mayoría, como en el caso de Asturias, tienen carga de trabajo y marchan bien.

Así, el consejero gallego señaló que no se entendería la devolución de las ayudas, por lo que esperan “una rectificación clara por parte de la Comisión Europea, que implicaría que España fuera tratada en iguales condiciones que Francia, y con la que nuestro sector tendría viabilidad y, por lo tanto, ganaría el sector naval gallego, el sector naval español, y la propia Unión Europea”.

La reunión de hoy resulta decisiva para que la Comisión Europea y el comisario Almunia reconsideren su postura y apliquen “el sentido común”. En este contexto, Conde destacó que la postura defendida por el comisario Almunia de que sean los armadores los que devuelvan las ayudas, tampoco resulta realista, ya que “automáticamente dejarían de construir con España”.

“Cualquier devolución abocaría a nuestro sector su desaparición, algo que no sería justo ni responsable por parte de la Unión Europea”, explicó Conde, quien recordó que en estos momentos están en riesgo real de perderse 80.000 empleos.

Asimismo, el conselleiro recordó que los astilleros gallegos y españoles ya se han visto perjudicados, ya que “desde junio de 2011, durante 2 años, no pudieron contratar bajo un sistema de tase lease y competir en igualdad de condiciones con otros astilleros de la Unión Europea”. En este sentido, Conde apuntó que el “daño ya está hecho”, motivo por lo que el ahora mismo lo que se necesita y una “resolución que restituya la confianza en nuestros astilleros”.

“No dejaremos de seguir trabajando por nuestro sector y por el mantenimiento de los puestos de trabajo”, apuntó Conde, quien se mostró convencido de la viabilidad de la industria naval si se consigue una resolución positiva.