Tras cien años de vida y haber conseguido con la revolución tecnológica el empujón definitivo para culminar sus investigaciones, la Policía Científica recoge en una exposición inaugurada hoy en el Palacio de La Magdalena de Santander equipos e instrumentales utilizados desde sus orígenes hasta la actualidad.
El inspector jefe de la Policía Científica de la Policía Nacional, Antonio Ramiro, ha guiado por la muestra al director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y al comisario general de Policía Científica, Miguel Ángel Santano, entre otros, quienes han conocido de cerca la evolución de los materiales de trabajo utilizados para esclarecer los crímenes y delitos y que hasta el miércoles se podrá visitar en la Sala Madrazo.
Precisamente el comisario general, quien dirige esta semana en la UIMP el Encuentro ‘Policía Científica. Cien años de ciencia al servicio de la Justicia’, destacó que la “gran revolución” de este área operativa del Cuerpo Nacional de Policía se ha producido “prácticamente” en lo que “va de siglo”. En su opinión, el “factor clave” es “la informática”, porque gracias a ella “se han podido hacer grandes bases de datos” y trabajar con instrumental de ADN.
Santano destacó además la colaboración de la Policía Científica con las universidades, instituciones con las que forma “un tándem muy importante”. A su juicio, adaptar el trabajo de la policía a las nuevas tecnologías con la ayuda de estas instituciones académicas “ha producido que hoy seamos la vanguardia del mundo”.
Junto a equipos de protección para la investigación de incendios, un antiguo maletín para realizar las inspecciones oculares, material de endoscopia para observación y fotografiado de interiores en lugares de difícil acceso, aparatos para hacer retratos robot y fluotest para detectar billetes falsos, la exposición también cuenta con un recuerdo al atentado del 11M. “El trabajo que hizo la policía científica ese día es un ejemplo a seguir por todo el mundo”, aseguró Santano, quien destacó que otros países “no hubieran sido capaces de hacerlo”.
