El alemán maximiza otro regalo de Lotus y aumenta su ventaja en el mundial frente al lento
Ferrari de Alonso
Raikkonen: “Hubiera podio acabar sin hacer la tercera parada, ahí perdimos la carrera”
Alonso: “La estrategia no salió como esperábamos porque los blandos aguantaron mucho con más calor”
Es como si los problemas del resto con la calificación, con los neumáticos, con las estrategias, con las temperaturas, con la radio, no fueran con el Red Bull número 1. Al contrario, aprovecha cada reglalo para mortificar a sus rivales. Parece que nada puede parar la mano de hierro con la que Sebastian Vettel se maneja por el mundial. Ni un coche de seguridad, ni el gran rendimiento de los Lotus, evitaron el cuarto triunfo del alemán, en una carrera en la que Ferrari no alcanzó el ritmo que esperaba y la estrategia no proporcionó a Fernando Alonso la ventaja esperada.
Cuando el coche de seguridad entró en pista –Bianchi ya se había bajado del Marussia cuando el coche se deslizó sin control en la contrarrecta-- Alonso transitaba séptimo, a 19,4 segundos de Vettel. Era la vuelta 24 y la estrategia de salir con gomas duras no había dado resultado. Unos pocos grados más en la pista habían invertido los papeles. Con más calor las blandas no sufrían grainning. “No fue la estrategia acertada”, confesó Felipe Massa, que se salió de la pista en el tercer giro tras un bloqueo de frenos impropio de un piloto de F-1. “Nosotros no alcanzábamos el ritmo que esperábamos con las duras, mientras Red Bull y Lotus, no solo eran más rápidos, sino que alargaron su parada más. Grosjean paró en la vuelta 12 y yo solo dos más tarde”, lamentó Alonso.
Por el camino no solo se quedó Massa. Los mecánicos de Red Bull no fijaron bien una rueda en la parada de Mark Webber, y el neumático salió volando por el pit lane hasta golpear, sin consecuencias graves, a Paul Allen, operador de cámara. El coche del australiano fue empujado hacia su box de nuevo y desde la última posición remontó a la séptima en una espectacular actuación.
Además de Massa y Webber, Hamilton también se borró de la cabeza. “Salí mal, y después, los neumáticos no funcionaron como esperábamos”, dijo cabizbajo. La imagen de los dos Red Bull adelantándole a la vez, uno por cada lado, tardará el borrarse de su mente.
Aún sufriendo con las gomas, presentó batalla a Alonso en un espectacular duelo de tres vueltas que se decidió a favor del español, dos vueltas antes de que el coche de seguridad apretara el grupo y permitiera a Alonso recuperar casi 20 segundos respecto a Vettel, 10 en el caso de Kimi Raikkonen. Solo Romain Grosjean aguantó el ritmo del alemán desde el principio. Y tras el coche de seguridad, comenzó su ataque. Fue la sombra de Vettel, su pesadilla desde que la carrera se relanzó en la vuelta 29. El francés se situó a menos de un segundo, y una y otra vez podía utilizar el DRS, lo que obligó a Vettel a manejar el KERS hasta que lo recalentó en la vuelta 36.
Grosjean ya le iba a atacar definitivamente cuando en el muro de Lotus perdieron la comunicación por radio con sus pilotos, el peor momento. No les oían, solo les podían dar órdenes y con un audio deficiente que sus conductores apenas entendían. No pudieron saber cómo sentía Kimi sus gomas, si podía llegar al final. Así que en mitad del caos, decidieron utilizar a Grosjean como cobaya. Le llamaron a boxes en el giro 41 y Vettel no tuvo más remedio que entrar un giro después para protegerse. Grosjean y Vettel habían montado el compuesto duro. Y falta de 10 vueltas, llamaron a Kimi sin contar con su opinión porque no le oían. Le colocaron las gomas blandas a falta de 10 vueltas y con una desventaja de 3,9 segundos respecto al Red Bull.
Raikkonen adelantó a Grosjean a falta de seis vueltas y se colocó a 2,5 segundos, pero Vettel administró con maestría su ventaja, sus neumáticos, sin atisbo de ansiedad cuando el finlandés se situó a un segundo a falta de dos vueltas. “No necesitaba entrar, pero no me oían por radio. Hubiera podido acabar bien con aquellas ruedas, Ahí perdí la carrera”, desveló Raikkonen. El error de Lotus facilitó la cuarta victoria del año para Vettel que aumenta de nuevo su ventaja al frente del mundial porque Alonso, con la misma estrategia final que Kimi, alcanzó a Grosjean, sí, pero sin ninguna posibilidad de adelantarle porque el Ferrari nunca tuvo, ni la baja degradación, ni el ritmo del Lotus.