Marimar Estate: Sangre de Torres en California

Marimar Estate: Sangre de Torres en California

Por Ignacio Sánchez-Vicente/AM.-Para que una comida resulte excelente hacen falta dos ingredientes. Que la compañia sea agradable e interesante, por ese orden, y que la cocina maneje el género con mimo y conocimiento, resolviendo los platos sin sofisticaciones innecesarias y con absoluto respeto a la materia prima. Así pues, cuando me invitaron los amigos de Bodegas Torres en Asturias a compartir un almuerzo con Marimar Torres, la artífice de las bodegas californianas de la familia, Marimar Estate, y un selecto grupo de distinguidos colegas en el asunto de la gastronomía, acepté intuyendo que merecería la pena participar en la misma, tanto por la anfitriona como por el restaurante elegido, De Labra, Casa colaboradora de este Medio y de cuyas cocinas ya probé suficientes veces para poder asegurar el el resultado.

 

Un sol espléndido, pero con una sabrosa brisa de Nordés, recibió a Marimar a su llegada a Asturias, lo que siempre está bien porque deja en el visitante un recuerdo imborrable del paisaje. Después, unos minutos de charla y comentario sobre los viñedos, instalaciones, saga familiar --la sucesión al frente de la bodega está asegurada en la persona de su hija. Cristina-- y gastronomía, ciencia en la que Marimar es no sólo experta sino prolífica divulgadora a través de sus libros y sus encuentros en la bodega californiana con los miembros de su Club de Vinos, a quienes apasiona la cocina española. Tan es así que, según Marimar me comentaba, planea unas jornadas sobre cocina española para las que está fichando expertos cocineros españoles en EE.UU. Entre ellos hablamos de José Andrés, aunque me confiesa que aún no pudo ponerse en contacto con él.

 

Y, sin más dilación, a la mesa. A esa altura, ya había podido apreciar en Marimar dos grandes virtudes. La pasión con que vive el vino y su cultura, su fuerza interior y lo orgullosa que está de su hija y de la bodega. Y para mí que la pasión y la fuerza interior se las sabe transmitir a sus vinos, porque, y no es tópico, sí que tienen una personalidad muy acusada y sí que alcanzan una intensidad en el paso de boca que llama a rendirse ante ellos y jugar al de copa a copa bebo porque me toca.

 

Les diré a ustedes que los vinos de Marimar son dignos de probar. Tienen su precio, sí, pero se lo merecen, se lo aseguro. Entramos con un Chardonnay La Masía que sorprendió gratamente hasta a Pepe Iglesias, que en esto de los caldos es de lo más 'cool'. El vino acompañó un risotto de bugre en el que el único que no disfrutaba era el pobre crustáceo.

 

El siguiente encuentro fue sublime. Una lubina con guiso de setas (cardo y rebozuelo) y pulpo intimò desde el principio con el Pinot Noir La Masía. Aún me acuerdo.

 

Y finalmente un lomo de venáu con castañes. El Pinot Noir Mas Cavalls tambièn consiguió triunfar, al punto, les soy sincero, de que si no fuese por el aquello del soplímetro el que hubiese cogido una castaña hubiese sido un serrvidor.

 

En fin, no quiero aburrirlos a ustedes con detalles técnicos. Los invito a tres cosas. A que visiten http://marimarestate.com donde podrán informarse puntualmente. Que prueben alguno de los vinos que acabo de citar, porque disfrutarán a modo. Y que, si algún día tienen la ocasión de hablar con Marimar Torres, la dejen hablar, la escuchen: les apasionará.

 

 

 

 

Propietaria/Viticultora

Marimar Torres ha estado vinculada al mundo del vino toda su vida. Nacida en Barcelona en 1945, habla seis idiomas y está licenciada en Altos Estudios Mercantiles por la Universidad de Barcelona. Luego estudió marketing en ESADE, y más adelante se graduó del Programa Ejecutivo de la Stanford Business School. También estudió un año de Enología y Viticultura en la Universidad de California en Davis.

En Marimar Estate, dirige las actividades en la bodega y en los dos viñedos: Don Miguel, llamado así en honor de su difunto padre, en el Russian River/Green Valley del Condado de Sonoma; y Doña Margarita, en honor de su madre, en la denominación de origen Sonoma Coast.

Antes de dirigir el proyecto de California, Marimar viajó constantemente promocionando los vinos Torres, primero en España como directora de exportación de la empresa y posteriormente en Estados Unidos, cuando fue a vivir a California en 1975. En ese año los embarques de vinos Torres a los EE.UU. ascendían a 15.000 cajas; diez años más tarde alcanzaron las 150.000. Conseguir esto no fue fácil; especialmente al principio, Marimar se enfrentó a la idea generalizada de que el mundo del vino no era lugar para una mujer. Con el tiempo, su tenacidad y habilidad para los negocios la ayudó a superar este prejuicio, y se convirtió en la representante más conocida del vino español en Norte América.

En 1992 se construyó una bodega con capacidad para 15.000 cajas, y se elaboró el primer Pinot Noir. No obstante su dedicación al negocio familiar, Marimar ha encontrado tiempo para otros proyectos. Es una autoridad en cocina española; su primer libro, The Spanish Table: The Cuisines and Wines of Spain, fue publicado en 1986. Su segundo libro, The Catalan Country Kitchen, salió a la luz en Estados Unidos en 1992, y en España en 1995 con el título La Cocina Catalana. Sus hobbies incluyen cocinar, esquiar, correr y montar a caballo, tocar el piano y viajar con su hija Cristina.


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