La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, pidió hoy a Libia y a la coalición de Estados encargados de crear una zona de exclusión aérea sobre ese país que respeten la Convención de La Haya para la Protección del Patrimonio Cultural en caso de conflicto armado (1954) y sus dos protocolos (1954 y 1999) y que mantengan las operaciones militares lejos de los sitios culturales.
De los 10 países que forman la coalición implicada en las operaciones militares (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Qatar, España, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos de América) ocho son partes de las Convención (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Qatar, España y los Estados Unidos de América).
“En lo que se refiere al patrimonio cultural, Libia es de gran importancia para la humanidad”, dijo la Directora General en una carta que envió a los representantes permanentes ante la UNESCO de los países citados.
“Varios sitios excepcionales atestiguan de los grandes logros técnicos y artísticos de los antepasados del pueblo de Libia, y constituyen un legado muy valioso para toda la humanidad”, dijo Bokova.
En su artículo 4, la Convención de La Haya estipula que “las Altas Partes Contratantes (los Estados) se comprometen a respetar los bienes culturales situados tanto en su propio territorio como en el de las otras Altas Partes Contratantes, absteniéndose de utilizar esos bienes, sus sistemas de protección y sus proximidades inmediatas para fines que pudieran exponer dichos bienes a destrucción o deterioro en caso de conflicto armado, y absteniéndose de todo acto de hostilidad respecto de tales bienes”.
Libia cuenta con cinco sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial:
Ciudad vieja de Ghadames – Conocida como “la perla del desierto”, Ghadames está en un oasis. Se trata de una de las más antiguas ciudades presaharianas y constituye un ejemplo notable de asentamiento humano tradicional.
Sitio rupestre de Tadrart Acacus – Colindante con el sitio argelino de Tasili n’Ajer, también inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, este macizo rocoso contiene miles de pinturas rupestres de diferentes estilos. Las primeras remontan al año 12.000 a.C. y las más recientes del siglo I d.C. Las pinturas muestran los considerables cambios habidos en flora y fauna y también los diferentes estilos de vida de las poblaciones que se asentaron sucesivamente en esta región del Sahara.
Sitio arqueológico de Cirene: Convertida en provincia romana en el año 74 d.C., la Cirenaica compartió la fortuna del imperio y jugó un papel preponderante en el mundo mediterráneo. Marco Antonio la cedió a Cleopatra, Augusto la unió administrativamente a Creta, momento marcado por la batalla de Actium (31 a.C.) y la llegada de una nueva era. Posteriormente la Cirenaica fue separada de Creta por Diocleciano y unida a Egipto en el año 305 d.C.
Sitio arqueológico de Leptis Magna – Fundada durante el primer milenio a.C, Leptis Magna es una creación única en el ámbito de la planificación urbana.
Sitio arqueológico de Sabratha – Factoría fenicia a la que confluían los productos del interior del continente africano, Sabratha formó parte del efímero reino númida de Masinisa, antes de ser romanizada y reconstruida en los siglos II y III de nuestra era.
Bokova agregó también que, en virtud del artículo 23 de la Convención, la UNESCO está dispuesta a desempeñar un papel mediador para facilitar la preservación del patrimonio cultural.
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© UNESCO/F. Bandarin - Leptis Magna, considerada una de las ciudades más bellas del Imperio Romano