Pamplona.-Un monumental cabreo agita a los miles de personas que esperan impacientes el lanzamiento del chupinazo, que se retrasa por culpa de una gigantesca ikurriña que tapa el balcón consistorial. "Una vez más los radicales quieren imponer en Pamplona lo que las urnas les han negado," dice el alcalde. Es la primera vrz que se retrasa el chupinazo, según dicen los pamplonicas.