Homenaje al profesor José Luis Sampedro con la presencia de su viuda y amigos

Homenaje al profesor José Luis Sampedro con la presencia de su viuda y amigos

La sonrisa etrusca de un escritor humanista

 

El auditorio  de los Cursos de Verano, se ha llenado de  un público deseoso de tributar un homenaje a la vida y a la trayectoria intelectual comprometida del profesor José Luis Sampedro. Evocaron su figura  su hija Isabel,  su nieto Miguel, su viuda Olga y algunos de sus discípulos  como el ex rector de la UCM, Carlos Berzosa y el  cardiólogo Valentín Fuster.  

Su hija Isabel, presentó el acto con un vídeo retrospectivo, que  recoge imágenes, voces y  testimonios de toda una vida, dedicada al estudio académico, a la escritura y a defender los derechos de los  humildes y  recordó una de sus últimas frases, próxima a  su muerte: “La vida hay que vivirla”.

 

 

Olga, su viuda,  se emocionó en  momentos especialmente intensos, cuando la pantalla se llenaba con la presencia y la voz de Sampedro. Después, hablaron sus amigos, congregados para homenajearle: Carlos Berzosa, discípulo y  amigo, junto al cardiólogo de fama mundial Valentín Fuster, llegado en el último momento, saltando de avión en avión,  Antonio Ruíz Va, Pepa Antón, Lourdes Lucía y finalmente, su nieto, Miguel Yáñez Barnuevo

Carlos Berzosa dijo que  “seducía con la palabra y  todos, absolutamente todos, independientemente de su ideología, le querían”. Sampedroera a un tiempo, maestro, amigo, algo padre, y  sobretodo, mentor”. Añadió que : “Sampedro nos enseñó a leer entre líneas y también entre lágrimas”.

 

 

 Ruíz Va contó que a Sampedro le debía su traslado a Barcelona, 42 años atrás y que está encantado por ello y recordó una frase de una de sus mejores obras  “El río que nos lleva”: “No es hacia abajo, ni hacía atrás la vida”.

Valentín Fuster definió su relación con Sampedro cómo “muy personal”, tras pasar el escritor por la Clínica de Monte Sinaí, y las largas y profundas conversaciones entre ellos, sobre todos los aspectos de la vida  que les llevaron a coincidir  en que por encima de la ciencia, debe primar la sabiduría de vivir.  Terminó sentenciando: “Hay pocas cosas, que estén por encima de la amistad”.

 

FOTO:Wikipedia

Dejar un comentario

captcha