Aznar pide un sistema fiscal justo y eficiente

Aznar pide un sistema fiscal justo y eficiente

La Fundación FAES presentó el martes su informe Una reforma fiscal para el crecimiento y el empleo, en el que pide una estructura fiscal con pocos impuestos, bajos y sencillos. El documento argumenta que “cualquier paso que se dé hacia impuestos más reducidos y hacia bases imponibles más amplias es un paso en la buena dirección.” Asimismo, durante la presentación, José María Aznar ha pedido un sistema fiscal justo y eficiente que mejore la competitividad y el crecimiento. |Descargue aquí el informe completo|

El nuevo informe, dirigido por el responsable de Economía y Políticas Públicas de la Fundación FAES, Miguel Marín, concreta las claves necesarias para “abordar una revisión completa de nuestro sistema fiscal, con el fin de acelerar el regreso a una senda de crecimiento y creación de empleo, al tiempo que se garantiza la suficiencia recaudatoria para un nuevo nivel de equilibrio entre ingresos y gasto público”. Asimismo, el texto “ofrece alternativas para abordar con éxito una reforma modernizadora que lo haga más equitativo, más eficiente y menos distorsionador de la actividad económica”.

La presentación ha corrido a cargo del presidente de la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas del Congreso, Gabriel Elorriaga; y el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, José Félix Sanz, coordinadores del documento. En el acto, que ha tenido lugar durante el curso de economía del Campus FAES 2013, también han participado el resto de los autores del informe: el director de Economía Política y Hacienda Pública de la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan José Rubio; los profesores de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, Desiderio Romero y Jorge Sainz; el profesor de Hacienda Pública de la Universidad de Oviedo, Santiago Álvarez, y el profesor de Finanzas de UDIMA, Salomón Aguado.

 

 

 

REFLEXIÓN PROFUNDA

 

Fruto del trabajo de expertos de primer nivel durante más de un año y de numerosos seminarios, Una reforma fiscal para el crecimiento y el empleo tiene el propósito de “aportar -en más de doscientas páginas- una reflexión profunda, serena y eficaz sobre las deficiencias y las vías de mejora del sistema tributario español”. Todo ello con el objetivo de detectar “los elementos de reforma que permitan, por un lado, hacer más vigorosa la recuperación económica y, por otro, contribuir de forma permanente a la consolidación a medio plazo de un crecimiento económico sólido y estable, con alto potencial para generar empleo”.

 

 

En todo caso, ha afirmado Miguel Marín a lo largo de la presentación, la introducción de las reformas “debe acompasarse al proceso de control del gasto público y al más completo cumplimiento de los compromisos de reducción del déficit”. “Solo de este modo se percibirá el avance como una reforma de carácter permanente y así podrá desplegar todo su potencial estimulador del crecimiento”, ha explicado. En este sentido, ha añadido, “la fiscal es una de las principales reformas estructurales pendientes y no debe demorarse”.

El texto está dividido en tres partes diferenciadas en las que aporta “los fundamentos teóricos y técnicos sobre la relación entre gasto público y crecimiento económico”; analiza las “diferentes figuras impositivas del sistema tributario desde la perspectiva de los hechos imponibles que las justifican”; y concluye con una “propuesta política de reforma, coherente con el sustrato técnico que la precede”.

 

 

REVISIÓN DEL SISTEMA

 

 

Durante la presentación del documento, Miguel Marín ha explicado que “tres poderosas razones exigen una revisión completa de nuestro sistema tributario”. En primer lugar, ha señalado que el que tenemos en la actualidad “parece incapaz de aportar los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos” y ha indicado que “la asignación pública de recursos debe estar contenida dentro de unos límites que hagan posible la libre expresión del dinamismo social y el pleno respeto al desarrollo individual”.

En segundo lugar, Marín ha subrayado que “el sistema tributario español es manifiestamente injusto”, ya que “algunas decisiones adoptadas para intentar mantener la recaudación han concentrado la carga fiscal sobre las clases medias asalariadas”. Por último, ha manifestado que nuestro sistema tributario “es profundamente ineficiente” por los “graves desincentivos a la inversión y el tremendo gravamen que recae sobre la creación de empleo”. En este sentido, ha concluido que “la reforma del sistema fiscal debe estar orientada a favorecer la creación de bases imponibles, único cauce razonable para alcanzar mejoras de recaudación en el medio plazo”.

 

 

 

PARÁMETROS SÓLIDOS

 

 

En Una reforma fiscal para el crecimiento y el empleo, FAES también especifica que “el camino de la reforma tributaria en España debe asentarse sobre parámetros sólidos y contrastados que permitan compatibilizar la suficiencia recaudatoria con la eficiencia económica”.

La Fundación explica en el informe que es “preciso limitar el alcance de algunas estructuras formalmente redistributivas que no ofrecen los resultados recaudatorios esperados y entorpecen gravemente la actividad económica”. Además, concreta que “la búsqueda de una mayor eficiencia exige edificar un sistema tributario lo más neutral posible desde el punto de vista de la asignación de los recursos económicos que realiza el mercado”, y subraya que “es preciso reducir en todo lo posible las distorsiones que inevitablemente genera cualquier impuesto”.

El documento también señala que “la exigencia de una mayor justicia del sistema tributario debe concretarse en estos momentos en la lucha eficaz contra el fraude” e indica que “la simplificación del sistema ha de ser un principio inspirador de la reforma”. “Un sistema es mejor cuanto menores son los recursos necesarios para la preparación y cumplimentación de las obligaciones formales y materiales de los contribuyentes”, concreta al respecto.

 

 

AHORRO, INVERSIÓN Y EMPLEO

 

Para ello, Una reforma fiscal para el crecimiento y el empleo propone “la creación de un entorno más atractivo para el ahorro y la inversión, y el estímulo de la creación de empleo mediante la reducción de la ‘brecha fiscal’ entre el coste bruto para el empleador y el salario percibido neto de impuestos y cotizaciones.” Asimismo, FAES señala en el documento que la reforma debería de perseguir “la reducción de la carga fiscal individual, singularmente la que ahora soportan las clases medias asalariadas; el apoyo a la familia como elemento fundamental de vertebración social, y el reforzamiento de la Administración Tributaria”.

En este sentido, Miguel Marín ha indicado que “la reforma debería centrarse en la imposición directa sobre la renta personal y el beneficio de las sociedades”, por lo que considera necesario “adecuar la carga del IRPF a la verdadera capacidad económica de los contribuyentes; completar la dualización en la tributación de las rentas del capital eliminando la progresividad actual, y fomentar distintos instrumentos de ahorro a largo plazo”. Asimismo, ha puesto de manifiesto la necesidad de “descontar las ganancias nominales gravando solo los rendimientos reales; revisar los beneficios fiscales en el IRPF, y reducir el número actual de tramos de la tarifa de este impuesto, así como los tipos marginales de gravamen.”

 

 

LUCHA CONTRA EL FRAUDE

 

El informe de FAES también propone “reforzar los medios destinados a la lucha contra el fraude, singularmente en el ámbito del IVA y de la fiscalidad internacional; revisar con prudencia el catálogo de bienes y servicios que tributan a un tipo de IVA distinto del general, y reducir el ámbito de aplicación de los sistemas de estimación de bases y cuotas, tanto en el IRPF como en el IVA”. Asimismo, ve necesario “reducir o anular los importantes incentivos que hasta ahora se han venido recibiendo de la financiación ajena y caminar hacia un impuesto global sobre rentas empresariales”.

 

 

De igual forma, Una reforma fiscal para el crecimiento y el empleo apuesta, entre otras cuestiones, por “un impuesto sobre las actividades financieras frente al de las transacciones”; así como por la eliminación del “impuesto sobre el patrimonio, ya que genera notables distorsiones, es inequitativo, aporta pocos recursos y no cumple los objetivos redistributivos que persigue.” Con respecto al impuesto sobre sociedades, propone “avanzar con determinación en la senda de la ampliación de bases y eliminación de deducciones”. El texto también expone que, “por razones de equidad, el impuesto sobre sucesiones ha de ser armonizado en todo el territorio nacional, extendiendo las bases imponibles y aumentando los mínimos exentos”.

Con este nuevo informe, FAES pide, en definitiva, “una reforma estructural imprescindible y urgente, perfectamente alineada con las consideraciones y recomendaciones vertidas por la Unión Europea y capaz de potenciar por sí misma el ritmo de crecimiento de la economía española”. “Crecer para crear empleo debe ser el lema que nos dirija en la próxima etapa y solo podremos hacerlo realidad con un sistema tributario suficiente, justo y mucho más eficiente que el actual”, ha concluido Marín.

 

FOTO: Fundción FAES

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