Recoger botellas desde la madrugada fue su quehacer durante muchos años. Todavía lo es, pero menos.
Y es que Santa Martha Peralta decidió dejar atrás el negocio de vender botellas para dedicarse por completo a la ilusión de su vida que es tener un centro de terapia.
Vive en Bayona, Santo Domingo Oeste, populoso barrio de gente emprendedora que sabe buscar y producir el peso para levantar a su familia.
Allí entró en contacto con Banca Solidaria, el programa gubernamental que facilita crédito a pobres y mujeres emprendedoras.
Llenó el formulario que le dieron y a los dos días le respondieron que su préstamo había sido aprobado.
De alegría, brincó, saltó, rió y lloró, nos contó.
¿Tú, qué crees? Ya te digo: Banca Solidaria 'tá pa' ti.