Un nuevo bastón con microcontroladores es capaz de detectar objetos que puedan suponer una amenaza para las personas ciegas, a través de un sistema de vibración colocado en la muñeca. Este sistema se adapta a las características físicas de cada persona, como su altura, y también a su entorno, según la densidad de ocupación de la vía. El invento, desarrollado por la Universidad Miguel Hernández de Elche, es compatible con cualquier bastón existente, tiene batería para varios días y un peso de 130 gramos.
Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han desarrollado un novedoso bastón electrónico para ayudar a la movilidad de los invidentes. El nuevo sistema emite un aviso que detecta objetos que supongan un peligro para la integridad de la persona, a través de un innovador sistema de vibración colocado en la muñeca.
Una de las claves del nuevo sistema es que puede ser ajustado para adaptarse a las características físicas de cada persona –como la altura o la anchura de hombros–. La detección de los objetos se realiza mediante un conjunto de sensores que se adaptan a un bastón blanco tradicional y mejoran su funcionalidad.
El bastón blanco es un instrumento que identifica a las personas con discapacidades visuales y les permite desplazarse de forma autónoma. Esta herramienta guía los pasos de los sujetos con problemas visuales y les facilita el rastreo y la detección de los obstáculos que se encuentran en su camino.
Sin embargo, el bastón blanco tradicional sólo permite detectar obstáculos que se encuentran por debajo de la cintura de sus usuarios y los deja expuestos a objetos altos o suspendidos como ramas de árboles, extintores o retrovisores de camiones y autobuses.
El nuevo bastón, que ha sido desarrollado en estrecha colaboración con sujetos ciegos, solo genera avisos ante obstáculos por encima de la cintura que representen un serio peligro y que sean imposibles de detectar mediante un bastón blanco tradicional.
El nuevo bastón solo genera avisos ante obstáculos por encima de la cintura que representen un serio peligro
Con un peso de 130 gramos, el bastón incluye medidas de seguridad e incorpora un microcontrolador que permite ajustar la distancia de detección a las necesidades del usuario, en función de sus características físicas, velocidad de movimiento y de la densidad de ocupación de la vía.
De esta forma puede adaptarse a calles o zonas con una gran densidad de personas, al interior de edificios o espacios cerrados. Además, incluye una batería recargable de alta capacidad, con autonomía para varios días, y es totalmente compatible con todos los bastones blancos que existen, lo que facilita la rápida familiarización y permite una gran flexibilidad y adaptación.
El proyecto ha sido financiado por la Cátedra de Investigación en Retinosis Pigmentaria Bidons Egara de la UMH y ha contado con el asesoramiento y ayuda de la ONCE. La idea surgió de Antonio Alarcón, uno de los miembros de la Cátedra de Investigación Bidons Egara y ciego, y en su diseño y desarrollo han colaborado los profesores Eduardo Fernández, Carlos Pérez, José María Sabater, Nicolás García, José María Azorín, así como los ingenieros Manuel Bayonas y Juan Ramón Rubio.