El CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria siguen prestando asistencia vital. Se ha mejorado el acceso al agua potable y, a pesar de los problemas de burocracia y de seguridad que se plantean, los servicios esenciales de salud en las regiones más afectadas del país continúan recibiendo apoyo.
El CICR ha entregado equipo quirúrgico vital a un hospital en una zona controlada por la oposición armada en el este de Alepo. También se han entregado suministros médicos a hospitales locales en Jaramana y Bludan, en Damasco Rural. "Estamos trabajando para velar por que los heridos de guerra reciban el tratamiento que necesitan urgentemente, dijo el jefe de la delegación del CICR en Siria, Magne Barth, "A causa de la escasez de equipos, de suministros y de la falta de personal, muchos centros de asistencia de salud tropiezan con grandes dificultades para prestar el tratamiento adecuado. Necesitamos un margen de acción suficiente para poder prestar mayor asistencia a las personas necesitadas".
En el país hay unos cuatro millones de personas desplazadas y el CICR y la Media Luna Roja Árabe Siria han entregado mensualmente paquetes de víveres a los más necesitados. Desde comienzos de mayo, más de 300.000 personas en todo el país se han beneficiado de esos paquetes. Durante el mismo período, unas 120.000 personas, las más de ellas desplazadas, han recibido artículos de primera necesidad. "El precio de los bienes básicos se ha disparado, y para el común de la población es difícilmente asequible alimentar a la familia. Estas personas son extremadamente vulnerables, y no tienen alivio” añadió el señor Barth.
A mediados de junio, aunque no pudieron entrar en la ciudad misma, el personal del CICR y de la Media Luna Roja Árabe Siria obtuvieron acceso a la zona de Qusair, que estaba casi abandonada, a raíz de semanas de intensos enfrentamientos. La Media Luna Roja Árabe Siria, con el apoyo del CICR, siguió llevando ayuda a las personas desplazadas de Qusair, quienes se habían refugiado en la región de Hasya y en otros lugares. Los ingenieros trabajaron para paliar la grave escasez de agua en los poblados alejados en la región de Qusair, donde muchos desplazados hallaron alojamiento. En tanto que los servicios públicos están colapsando, el CICR trabaja para incrementar el abastecimiento de agua potable en toda Siria, mediante la prestación de apoyo técnico y material a las autoridades locales del agua, en las zonas más afectadas y en los campamentos donde se alojan las personas desplazadas. Este mes, el personal del CICR también ha visitado Deir Ezzur e Idlib, a fin de hacer un seguimiento de la realización de varios proyectos, así como para comenzar la realización de nuevos proyectos, cuya finalidad es garantizar el agua potable para la población. En Alepo, ayudó en la remoción de desechos y en la pulverización de insecticidas para prevenir la propagación de enfermedades.
"Preocupa constantemente la seguridad del personal del CICR y de la Media Luna Roja Árabe Siria sobre el terreno. No es exagerado decir que arriesgan su vida todos los días”, dijo el señor Barth. "Dado que no hay indicios para una solución política a esta crisis, nos esforzamos en restablecer los servicios básicos y, al mismo tiempo, reiteramos que las instalaciones y el personal de asistencia de salud, así como los vehículos sanitarios son neutrales y deben respetarse y protegerse".