Por Guillermo García Casal/Gijón AM.-Pasadas las nueve y media de la noche, media hora más tarde de lo que marcaba la entrada, digamos que es hasta extraña esta puntualidad para estos eventos, comenzó el verano en Gijón, y a lo grande, con un concierto de más de tres horas y media, donde Bruce Springsteen (n. Long Branch, New Jersey, 23 de septiembre de 1949) dio su único concierto en territorio español, dentro de la gira "Wrecking Ball Tour", homónima a su último trabajo. Es ya su tercera visita a Asturias, algo que según desveló fue por "obligación" de su mujer.
En primero en saltar fue Little Steven al escenario, ataviado con su habitual pañoleta y los más pequeños creyeron ver al ya mítico cantante, no así a la mayoría de las más de 30.000 personas que abarrotaban el Molinón, muchos de ellos conocieron el rock de la mano del cantante de New Jersey. Uno a uno fueron saliendo los componentes de la E Street Band, algunos clásicos, como el bajista Garry Tallent, y el incansable batería Max Weinberg, y otros nuevos, pero no por ello peores, la sorprendente Soozie Tyrell, la violinista y guitarra; y el joven saxofonista Jack Clemmons, sobrino del fallecido Clarence Clemmons, saxofonista fundador del grupo.Comenzó a ganarse a la parroquia con un más que correcto "Buenas Noches Gijón", para dar paso a un rocoso "My Love Will Not Let You Down", con los técnicos de sonido hilvanando finamente el sonido de más de una docena músicos sobre el escenario, algo difícil, muy difícil; pero por algo lo llaman "The Boss", y se hace rodear de un buen equipo.
Y además se nota que le gusta lo que hace, no sólo por su tremendo derroche físico a sus 64 años, también por sus continuos guiños al público, escogió a un niño, cuyos padres padres sabiamente le habían puesto unas orejeras de seguridad, a cantar el estribillo de "Waitin' on a Sunny Day"; a otro a remojarlo con una esponja cuándo ya daban las tres horas de concierto, a una fan emocionada que no paro de darle abrazos... la participación del público no quedo ahí, se puso un sombrero, regalo la púa, se dejo tocar, ademas la selección de canciones de entre los carteles del público, así cayeron "Better Days", y un grandioso "Ain't Good Enough for You". Y sobretodo por esa sonrisa perenne, en los dúos con Little Steven, en el duelo de voces, en "Can You Feel The Spirit", "ganado" por su bella corista Cindy Mizelle.
Tuvo tiempo para todo, para protestar por los malos tiempos en "America, España y Gijón", con un sentimental "Jack of All Trades", que junto con "Death to my hometown" (con su sonido de pub irlandés) y "Wrecking Ball" formaron parte de la selección de su último disco. Pero también hubo tiempo para viejos temas y míticos como "The River", el ya clásico de "The Rising", para escoger una marioneta de entre el público calzarsela en la mano y cantar a "dúo" con el guiñol, también para hacer bailar al público, con una versión de la Creedence Clearwater en "Travelin' Band".
Hizo un amago de despedida, que no fue muy creíble ante la reacción del público, ya convecido para la causa; y volvió con lo mejor, con una grandísima "Radio Nowhere", coreada por el público, el esperado "Born in The USA", precediendo al increíble "Born to Run", que forma parte de esta gira casi tanto como el último disco, después de que en Suecia, segunda parada de esta gira; tocara el disco que lleva el mismo nombre como el dijo "de principio a fin" para sorpresa de sus fans. Cuando ya parecía imposible que el público tuviera fuerzas la hilarante "Seven Nights to Rock" consiguió sacar del cansancio a más de uno, para acabar todo el estadio de pie con las versiones de "Twist And Shout" y la estirada "Shout Bamalama", la E Street Band se despidió.
Quedo en soledad en el escenario Bruce, y aún así consiguió silenciar el Molinón, en solitario con sólo su guitarra y una armónica al cuello, en una emocionante "Thunder Road", que consiguió arrancar más de una lagrima como colofón al que posiblemente sea el mejor concierto del año en Gijón y en Asturias, con permiso de Mark Knopfler que actuará el próximo mes en la misma ciudad. (29 de Julio, Patio de la Laboral) Y así volvió por donde había llegado, dejando un gran recuerdo en los que tuvimos el placer de verlo.
Un gran tipo, uno de esos que a todo el mundo le gustaría tener como "Jefe".
FOTOS: David Dekat.