Gijón.-Esta mañana ha dado comienzo en la Villa de Jovellanos el 17º Congreso Bianual para el estudio de la Música Pop, organizado por la Asociación Internacional para el estudio de la Música Popular (IASPM) junto con la Universidad de Oviedo.
En el Congreso, que durará desde hoy hasta el viernes, se van a abordar temas tan diversos como los nuevos caminos de la industria musical, nuevas tecnologías de producción, distribución y consumo de la música pop, cuestiones sobre copyright, el papel de la música pop en las protestas sociales (Turquía, 15 M, etc), etc.
El Congreso daba comienzo a las 9:30 de la mañana con diversas sesiones paralelas. Más tarde, a las 12:00, se celebraba el acto oficial de inauguración en el Teatro de Laboral Ciudad de la Cultura, sede del acto, al que han asistido Vicente Gotor Santamaría, Rector de la Universidad de Oviedo, Miriam Cueto Pérez, Directora General de Universidades e Investigación, Gobierno del Principado de Asturias, Carlos Rubiera, Concejal de Educación, Cultura y Festejos en el Ayuntamiento de Gijón, Martha Tupinambá de Ulhôa, Presidenta de IASPM, Héctor Fouce, Presidente de SIBE - Sociedad de Etnomusicología y Eduardo Viñuela, Profesor de la Universidad de Oviedo y Director del congreso.
En su intervención, Eduardo ha agradecido al Ayuntamiento de Gijón, al Principado de Asturias y a la Universidad de Oviedo el apoyo recibido para llevar a cabo este congreso en Gijón, convirtiendo así a la ciudad y la región en un referente Internacional para los investigadores de las músicas populares urbanas.
A las 12:30 llegaba el plato fuerte del día con la intervención de Simon Frith, sociólogo británico especializado en el estudio de las relaciones entre música, cultura e identidad cuya delimitación epistemológica y teórica consiste en abordar la cuestión en términos de lo que denomina “experiencia musical”. Desde esta perspectiva el problema no consistiría en preguntarse cómo una determinada obra musical o una interpretación reflejan, expresan o representan a un sujeto –sea individual o colectivamente- sino en cómo producen, crean y construyen una experiencia estética que actúa performativamente produciendo una subjetividad musical. Para decirlo más sencillamente la música produce identidad si entendemos por ésta un tipo particular de experiencia o una manera de tratar un tipo particular de experiencia de modo tal que nos produce un tipo particular de posición de escucha musical: la música nos identifica al crear nuestra sensibilidad musical. Pero Frith va más allá al proponer que la música opera como una metáfora de la identidad, ya que es a la vez una interpretación y una historia de esa interpretación tanto de carácter ético como estético, es decir, no una cosa sino un proceso siempre relacional que nos sitúa en el mundo social de un modo particular.
Las diferentes sesiones y ponencias de la jornada concluirán con un vino español en el Antiguo Instituto Jovellanos de Gijón en donde la revista Popular Music llevará a cabo una presentación oficial de su publicación ante los participantes del congreso, amenizados por la música que Mar Álvarez (Pauline en la playa) pinchará durante la presentación.
