El día de san Xuan, al comienzo mismo del verano, marca el comienzo de un intenso ajetreo festivo, a lo largo de tres meses, por toda nuestra tierra. Como en toda actividad social de raigambre tradicional, en los festejos de esta noche mágica se mezclan elementos diversos, que van superponiéndose a lo largo del tiempo.
La componente más antigua de ellas es, sin duda, la que va ligada a las faenas agrarias y a un cierto sentimiento mágico o místico de la naturaleza, en que se exaltan el triunfo de la luz sobre la oscuridad, de la vida sobre la muerte, de la naturaleza renacida sobre su apagamiento.
En el supraconsciente colectivo, además, late un sentimiento de esperanza. De que mediado el año, los problemas, angustias y quebrantos, tanto individuales como del común, ardan en la foguera para dar paso a un nuevo tiempo en el que las cosas, símplemente, vayan a mejor.
Desde AsturiasMundial recordamos el verso de la canción popular, "bendita sía la danza y los que nella tán" y nos uniremos a media noche desde el universo digital a ese deseo colectivo de una renovada esperanza que anticipe un tiempo más amable y solidario para con todos nosotros.