La gran mayoría de los eurodiputados están de acuerdo en que no se puede permitir que Estados Unidos espíe a los ciudadanos europeos como ha desvelado el escándalo 'Prism', y así volvieron a expresarlo durante el debate celebrado el 19 de junio. Y también se mostraron convencidos de que la reforma en curso de la legislación sobre protección de datos es urgente. En el debate participó Viviane Reding, comisaria europea de Justicia.
Viviane Reding, comisaria europea de Justicia, afirmó que las normas que protegen la privacidad deben aplicarse a todas las empresas que operan en la UE, con independencia de su nacionalidad o de en qué país tengan su sede.
La eurodiputada popular francesa Veronique Mathieu, por su parte, defendió que no se puede permitir que los americanos espíen a los ciudadanos europeos aunque sea por cuestiones de seguridad. Birgit Sippel, eurodiputada socialista alemana, advirtió que los datos no se utilizan sólo para combatir el terrorismo, sino también para los controles de inmigración.
Aliados sospechosos
"Nuestros aliados nos tratan no como amigos sino como a sospechosos", lamentó Sophia in't Veld, eurodiputada liberal holandesa. La Unión Europea debe "mostrar un poco más de carácter" y marcar los límites, añadió antes de reclamar la reintroducción de salvaguardias sobre los datos transferidos fuera de la UE.
"Si logramos reformar la legislación sobre protección de datos, se convertirá en un patrón", aseguró la comisaria Reding tras entrevistarse el 14 de junio con las autoridades de Estados Unidos. Y explicó que un grupo de expertos de ambas orillas del Atlántico abordará las preocupaciones existentes.
Muchos eurodiputados reclamaron que se les mantenga informados sobre las actividades del grupo de expertos. "¿Ya se sabe quienes son esos expertos?", preguntó Judith Sargentini, eurodiputada verde holandesa, qué también quiso saber cuándo se reunirán. El eurodiputado británico del grupo de conservadores y reformistas Timothy Kirkhope pidió "una investigación para recopilar hechos y detalles".
FOTO: El servidor de Facebook en la localidad sueca de Lulea. © BELGA/AFP/Scanpix/S.Lindholm/Parlamento Europeo