El ex presidente del Gobierno afirmó que hay que “asumir que cuando tu tiempo se ha ido, se acabó” y mostró su confianza en que España superará la crisis.
Santander.- El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, participó en la clausura del Encuentro “Crisis institucional española: ¿amenaza u oportunidad?” organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con la Cadena Ser, foro en el que afirmó que, desde que dejó de ser presidente del Gobierno, ha considerado su deber “ayudar y apoyar a mi país, dentro o fuera”.
Zapatero dijo también que comprende las dificultades de su sucesor y su apelación a una visión positiva del futuro: “Entiendo a Mariano Rajoy cuando dice que el pesimismo está de retirada, porque es muy difícil presidir un país y trasladar optimismo en determinadas circunstancias”. El ex jefe del Ejecutivo deseó lo mejor al Gobierno del Partido Popular, ya que, en su opinión, “su suerte será la de España”.
Zapatero también se mostró seguro de que “vendrán tiempos mejores” y de que la sociedad española “repondrá derechos sociales tras la crisis”.
“No llegaremos a una situación extrema con Cataluña”
Preguntado sobre el secesionismo en Cataluña, Rodríguez Zapatero, descartó que se llegue a una “situación extrema”, aunque consideró injusto que el discurso nacionalista asocie “la palabra crisis con la palabra España”. En opinión del expresidente, “Convergencia i Unió es un partido democrático” y cree que es necesario recuperar el diálogo con esa formación.
El ex jefe del Ejecutivo apoyó una reforma de la Constitución, pero no la consideró una prioridad: “Puede ser útil”, dijo, pero estimó que el consenso necesario la hace difícil ahora, un momento en el que la gran urgencia nacional es el paro. En su opinión, es preocupante que “no haya una receta, una política clara que impida que, en las crisis, la tasa de paro se eleve de forma tan relevante”. El anterior jefe del Ejecutivo reconoció que las medidas que tuvo que adoptar durante los dos últimos años de su mandato le “iban a costar desapego y votos”, aunque agradeció la lealtad del PSOE.
En esta línea admitió que se siente “responsable fundamental” del último resultado electoral del Partido Socialista, y defendió su libertad de criterio a la hora de adoptar sus decisiones más controvertidas. También relativizó la desafección ciudadana hacia las instituciones, en vista de las altas cifras de participación en las últimas convocatorias electorales. Sobre la crisis del bipartidismo, recordó que es “un producto de las urnas y, cuando se vuelvan a convocar elecciones, los ciudadanos tendrán la palabra”.