La catedrática de Filosofía Moral y Política de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Amelia Valcárcel, ha asegurado hoy en Santander que en una democracia “no hay manera de mantener algo en secreto”, no solo en el terreno de lo público, sino también en las “intromisiones” en el ámbito de la vida privada.
“En democracia el secreto dura dos días”, apuntó la catedrática en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo de su participación en el Seminario ‘El secreto’, en la que intervino junto a la profesora de Filología Española y responsable de la Unidad de Estudios Biográficos de la Universidad de Barcelona, Anna Caballé, y la profesora de Teoría de la Literatura de la Universidad de Murcia, Celia Fernández.
Valcárcel explicó que vivimos en una sociedad “abierta y transparente”, en la que las “teorías conspiratorias” comienzan a tener un “gran relieve social” porque la gente está “muy tentada a creerlas”. “La población cree que nunca tiene toda la información que existe”, señaló la catedrática de la UNED, quien agregó que en ese contexto existe “una especie de necesidad de que haya una parte de atrás del telón”.
La filósofa se refirió también a lo que denominó la “paradoja del secreto” que, según dijo, consiste en que los otros conozcan que tienes algo que esconder o, de lo contrario, no será un enigma. “Yo sé algo que tú no sabes, que yo te podría contar y que tú querrías saber, y en esa tierra del medio se mantiene el asunto”, indicó.
Por su parte, Caballé se preguntó si sigue siendo necesario el secreto en un momento como el actual, en el que las redes sociales están en pleno auge proporcionando información pública y privada. La profesora de Filología Española respondió que en el terreno de lo privado es “fundamental, no se puede vivir sin ellos, suministran identidad y forman parte de la vida humana”, mientras que en el ámbito público la sociedad “avanza hacia la transparencia”.
Así, la autora de ‘Una breve historia de la misoginia’ recalcó que mientras que en la vida privada el volumen de secretos sigue siendo el mismo, en lo público las sociedades tienden a vivir con “una transparencia muy saludable moralmente”.
Caballé distinguió entre el secreto y el exhibicionismo ya que, a su juicio, el hecho de que la gente “publique sus fotografías y hable sobre sus asuntos más personales” se debe a que “la relación” con la vida privada es “mucho más abierta” que antiguamente, cuando la sociedad española estaba “llena de tabúes, secretos y silencios que han desaparecido”.
La creadora de ‘Mi vida es mía’ aseguró también que la sociedad “se mueve entre dos polos”, que son, por un lado, el derecho a la información y, por el otro, a preservar la propia privacidad. En este sentido, hizo una distinción entre “el interés público y el del público”, que “existe desde el origen de los tiempos” y está generando la “contraventa fraudulenta” de secretos