Oviedo.-La Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.
La Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (Max-Planck-Gesellschaft zur Förderung der Wissenschaften, en alemán) es una red de institutos de investigación científica fundada en Göttingen (Alemania) en 1948, como continuadora de la Sociedad Káiser Guillermo para el Avance de la Ciencia, que había iniciado su labor en 1911. Nombrada en recuerdo del científico alemán que inició la mecánica cuántica, tiene su sede central actual en Múnich. Cuenta con un total de 80 institutos, cinco de ellos en el extranjero: Bibliotheca Hertziana (Roma), The Art History Institute (Florencia), The Max Planck Institute for Psycholinguistics (Nijmegen, Países Bajos), Max Planck Florida Institute (EE.UU.) y Max Planck Institute Luxembourg for International European and Regulatory Procedural Law (Luxemburgo). Tiene, asimismo, una treintena de Max Planck Research Schools para doctorandos (con un 86,4% de extranjeros) y más de 40 grupos de investigación integrados en universidades y fundaciones alrededor del mundo. La Sociedad emplea a más de 17.000 personas: 5.300 son científicos, de los cuales el 36,9% son extranjeros, al igual que el 31, 5% de los directores. Además, en sus institutos trabajan más de 4.000 investigadores jóvenes y visitantes de todo el mundo, elevando la cifra de trabajadores de la Sociedad a más de 21.500. El presidente de la Sociedad Max Planck es el biólogo celular Peter Gruss.
Los centros que integran la red desarrollan investigación básica en beneficio de la sociedad en campos como las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades. Generalmente se trata de investigaciones que no se ajustan a la estructura organizativa de las universidades o que precisan fondos extraordinarios y que complementan el trabajo de estas instituciones. Un planteamiento interdisciplinar y la estrecha cooperación entre centros de investigación y universidades generan equipos de jóvenes científicos altamente cualificados y comprometidos con las áreas de investigación más punteras.
En el campo de la biología y de la medicina, las unidades de investigación de la Sociedad Max Planck estudian aspectos relacionados con la microbiología, la ecología y la investigación cognitiva; en química, física y tecnología los trabajos se desarrollan en los campos de la astronomía y la astrofísica, la investigación de materiales, las ciencias de la Tierra y la investigación climática. La sección de humanidades se ocupa de los estudios culturales, la jurisprudencia y las ciencias sociales y del comportamiento. Muchos de los científicos que integran esta sociedad colaboran además con los laboratorios más prestigiosos del mundo en proyectos relacionados con las misiones espaciales internacionales más destacadas. Los resultados de los trabajos de investigación de los institutos que conforman la Sociedad se publican anualmente en más de 13.000 artículos científicos, libros y reportajes. En 2012 su factor de impacto fue de 17.642 en el índice mundial de revistas científicas, siendo su publicación Living Reviews in Relativity la primera en el campo de Física, Partículas y Campos. Además, según el Journal Citation Report, la publicación Living Reviews in Solar Physics fue la tercera a nivel internacional.
A lo largo de su historia, 17 investigadores de la Sociedad Max Planck han obtenido el Premio Nobel, mientras que de su predecesora, la Sociedad Káiser Guillermo, lo lograron 15. El científico español Juan Ignacio Cirac, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2006, dirige la División de Teoría del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica. En la última clasificación de instituciones de investigación no universitarias publicada por la revista británica Times Higher Education Supplement en 2006, la Sociedad Max Planck figuraba como la número uno en investigación científica y la número tres en investigación tecnológica a escala mundial.
Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Dentro de este espíritu, el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional se concederá a aquellos “cuya labor con otro u otros en materias tales como la salud pública, la universalidad de la educación, la protección del medioambiente y el desarrollo social y económico, entre otras, constituya una aportación relevante a nivel internacional”.
En esta edición concurrían un total de 26 candidaturas procedentes de Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Colombia, China, Estados Unidos, Francia, Ghana, Italia, Kuwait, Noruega, Palestina, Países Bajos, Panamá, Sudáfrica y España.
Este ha sido el sexto de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo tercera edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Príncipe de Asturias de las Artes al cineasta y dramaturgo austriaco Michael Haneke, el de Ciencias Sociales a la socióloga neerlandesa Saskia Sassen, el de Comunicación y Humanidades a la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica a los físicos Peter Higgs (Reino Unido) y François Englert (Bélgica) junto a la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras al escritor español Antonio Muñoz Molina. La próxima semana se fallará el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia se fallará en el mes de septiembre.