El robo de cableado ocasiona enormes perjuicios económicos a empresas y a entidades públicas, además de afectar gravemente a las comunicaciones
Oviedo.- Dado el aumento del precio del cobre, es un negocio rentable la sustracción y posterior venta del mismo.
La sustracción es relativamente fácil, pues la realizan en zonas poco transitadas.
Posteriormente lo queman para dificultar las investigaciones sobre su procedencia, y a continuación lo venden al peso.
La Policía dispone de un censo de todas las chatarrerías, donde efectúa inspecciones periódicas en las mismas, debiendo disponer anotadas en los libros correspondientes todas las entradas y salidas de material.
La empresa que tiene contratado el servicio municipal de alumbrado denunció la desaparición del cableado de una urbanización de la Manjoya que, concretamente denunció la desaparición de más de 200 metros de cable.
También denunció la desaparición de varias bobinas de sus almacenes del Polígono del Espíritu Santo, y para que el servicio a los ladrones les saliera gratis total, también habían forzado los tapones del depósito de algún camión, de donde sustrajeron el gasoil que contenían.
El valor de lo sustraído supera los 4.000€.
Las investigaciones policiales consiguieron averiguar que a la hora en que sucedieron los hechos había estado en el lugar una furgoneta que fue localizada en el barrio de Ventanielles, y a unos familiares de la propietaria se les imputan los hechos denunciados, gracias a las grabaciones efectuadas y al testimonio de algún testigo.
El pasado fin de semana después de un seguimiento se consiguió la detención del conductor de la furgoneta al que se le imputa ser el autor de los hechos y que coincide con la descripción dada por algunos testigos.
Posteriormente se ha denunciado el hurto de 270 metros de cable del alumbrado público de la zona de La Carisa, que valoran en mas de 1200 euros.
En la noche de ayer sobre las 03.00 de la madrugada, una patrulla policial localiza una furgoneta de las que pueden estar implicadas en el traslado de material robado. Se le realiza un seguimiento a distancia observando como en un descampado de las afueras de Oviedo, vacían el contenido de la misma y se aleja rápidamente del lugar.
Al llegar los policías ven que lo que habían dejado son varias bobinas con cables forrados.
Los policías deciden hacer una espera, para lo cual se esconden por las inmediaciones, por si alguien viene a recoger lo depositado. Cerca de 3 horas después se acerca otra furgoneta al lugar cargada de madera, al parecer para quemar el cable y después poder venderlo.
Según manifestaciones de los ocupantes de la furgoneta ellos no habían sustraído nada, tan solo le habían pedido unos familiares que quemaran el cable que al parecer procede de una factoría de Aviles y que según ellos, estaba abandonado.
Se procedió a tomar su filiación y poder determinar si la procedencia del cobre es ilícita y para ponerlo en conocimiento del juzgado correspondiente.
Este tipo delictivo ocasiona graves perjuicios a las instituciones de todos los ámbitos. La valoración de los daños, va más allá del propio valor de los cables cortados, ya que para poner de nuevo en servicio estas instalaciones se requiere la contratación de empresas especializadas, peticiones de material, abono de indemnizaciones a los usuarios afectados, etc. Además en ocasiones, para reponer un corte de unos metros de cable, es necesario reponer líneas enteras, que algunas veces son de kilómetros.
Además del perjuicio económico y social que este tipo de hechos delictivos supone para todos, estos conllevan un gran peligro para la vida de los autores, puesto que el material que manipulan soporta corrientes de alta tensión de miles de voltios, no siendo extraño que se produzcan lesiones que en ocasiones suponen la muerte para quienes manipulan este material, como hace un tiempo sucedió en Aviles con una persona fallecida y varios lesionados con quemaduras o descargas eléctricas, en hechos diversos en otros puntos de Asturias .