Ciudad del Vaticano, 6 junio 2013 (VIS).-"Os estáis preparando a un ministerio de particular compromiso...un trabajo que requiere... una gran libertad interior", ha dicho el Papa Francisco a los 45 miembros de la Pontificia Academia Eclesiástica a los que ha recibido esta mañana en la Sala Clementina del Vaticano.
"Vivid estos años de vuestra preparación con compromiso, generosidad y grandeza de alma, para que esta libertad tome forma en vosotros. Esto significa -ha explicado el Papa- ser libres de proyectos personales: de esas formas concretas en las que tal vez, un día, habéis pensado vivir vuestro sacerdocio, de la posibilidad de programar el futuro; de la perspectiva de permanecer mucho tiempo en vuestro lugar de acción pastoral. Significa ser libres de todas las formas, incluso respecto a la cultura y a la mentalidad de la que provenís, no para olvidarla y mucho menos para renunciar a ella, sino para abriros, en la caridad, a la comprensión de culturas diversas y al encuentro con hombres que pertenecen a mundos muy lejanos del vuestro”.
"Sobre todo -ha continuado- significa estar atentos a ser libres de ambiciones o miras personales, que tanto mal hacen a la Iglesia, teniendo cuidado de no poner en primer lugar vuestra realización o el reconocimiento que podríais recibir dentro y fuera de la comunidad eclesial, sino el bien superior de la causa del Evangelio y la realización de la misión que se os asigna... El ministerio al cual os estáis preparando requiere salir de vosotros mismos, un distanciamiento de vosotros mismos que sólo se consigue mediante un intenso camino espiritual y una seria unificación de la vida en torno al misterio del amor de Dios y al inescrutable designio de su llamada".
"Podemos vivir la libertad de nuestros proyectos y de nuestra voluntad no como motivo de frustración o de vacío, sino como apertura al don desbordante de Dios que hace fecundo nuestro sacerdocio". De esta forma el Santo Padre les ha pedido cuidar mucho la vida espiritual, "que es la fuente de la libertad interior, cultivando la vida de oración y haciendo de vuestro trabajo cotidiano un gimnasio de vuestra santificación".
Francisco ha recordado a los presentes las palabras del Beato Juan XXIII:"Más maduro con los años y con las experiencias, y más reconozco que el camino más seguro para mi santificación personal y para un mayor resultaado de mi servicio a la Santa Sede, sigue siendo el esfuerzo atento de reducir todo ...y centrarme en la verdad, justicia, caridad, sobre todo caridad. Cualquier otra forma de actuar, no es más que apariencia y búsqueda de afirmaciones personales, que rápido traicionan y se convierten en incómodas y ridículas".
En sus palabras, el Papa ha mencionado a las religiosas, "Madres buenas que os acompañan con la oración, y con sus simples y esenciales palabras y sobre todo con el ejemplo de fidelidad, dedicación y amor"; y al personal laico que trabaja en la Casa que "con su presencia oculta, pero importante, os permiten vivir con serenidad y dedicación vuestro tiempo en la Academia".Y al finalizar el encuentro, les ha invitado a emprender el servicio a la Santa Sede con el mismo espíritu del Beato Juan XXIII, y pidiéndoles que rezaran por él, les ha encomendado a la Virgen María y a su patrón San Antonio Abad.