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“Exigimos soluciones definitivas, duraderas y económicas que no supongan una tomadura de pelo, ni una dilación, precisamente en el periodo en el que el ganado accede a los pastos de montaña y se encuentra más expuesto a los ataques del cánido”
El diputado de FORO en la Junta General Juan Ramón Campo ha calificado de “una burla y un abuso de la Consejera su petición de sosiego para el debate del lobo, precisamente en el occidente, una de las zonas más castigadas por la presencia del cánido, que desde hace tiempo no se priva de campar a sus anchas por la primera línea de playa”.
El diputado considera que “la consejera es demasiado benévola consigo mismo al afirmar que se está trabajando con rigor y seriedad, puesto que nada real está haciendo su Consejería salvo escenificar batidas musicales en el oriente a costa del erario público y solicitar sosiego a quienes sufren diariamente ataques del cánido en el occidente, con las consiguientes pérdidas económicas”. “El único sosiego que necesitan los ganaderos es el fin de los continuos ataques del lobo y actuaciones decididas del Gobierno”, añade.
“La Consejera menciona a los grupos conservacionistas más radicales que no deben incluirse en la misma balanza de quienes sufren las pérdidas y las consecuencias de la excesiva presión de una población de lobos, muy extendida territorialmente, y desequilibrada en cuanto al número de individuos”, añade. “Hablar de plan del lobo resulta ridículo, porque día a día se constata su estrepitoso fracaso, además de estar caducado desde hace años y cuyos programas anuales no han sido ni tan siquiera redactados en muchas ocasiones, circunstancia que impide requerir más sosiego por parte de quienes observan a diario que en nada mejora la situación y nada se hace por solventar el problema que está costando mucho dinero a los asturianos”, añade.
Campo concluye exigiendo “soluciones definitivas, duraderas y económicas que no supongan una tomadura de pelo, ni una dilación, precisamente en el periodo en el que el ganado accede a los pastos de montaña y se encuentra más expuesto a los ataques del cánido”. “Esta situación de inseguridad y las consecuentes pérdidas económicas no pueden permitirse ni los ganaderos asturianos ni el Gobierno que debe representarlos”, añade.