La receta electrónica ya funciona en Castrillón

La receta electrónica ya funciona en Castrillón


El municipio de Castrillón se ha incorporado hoy al sistema de receta electrónica, un proyecto en el que participan el centro de salud de Piedras Blancas, el consultorio de Raíces y  las siete farmacias del municipio, en el que residen 22.490 personas.

 

El programa, que aporta más seguridad en la prescripción de los fármacos y evita visitas innecesarias al médico, se puso en marcha en Gozón el pasado 16 de abril y en este tiempo se han incorporado los concejos de Corvera, Pravia, Soto del Barco, Muros de Nalón y San Esteban de Pravia. Hasta ahora, 1.654 pacientes se han beneficiado ya de las ventajas de la receta electrónica, que contabiliza 5.984 dispensaciones.

 

El próximo paso será su extensión a los municipios de Cudillero, Oviñana y San Martín de Luiña el próximo 19 de junio, con lo que antes del verano se completará la zona periférica del área sanitaria III. En septiembre, la Consejería de Sanidad continuará con el casco urbano de Avilés, de modo que, de acuerdo con lo previsto, durante este año la receta electrónica quedará implantada en Asturias para una población de 155.758 personas.

 

La iniciativa es fruto de la colaboración entre la Administración central y el Gobierno del Principado de Asturias y cuenta con una inversión de 570.000 euros, de los que la empresa pública Red.es aporta el 70% y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 30% restante. Es un proyecto cofinanciado, además, por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

 


Beneficios de la receta electrónica


La receta electrónica es una herramienta que automatiza la identificación, prescripción, control y dispensación de medicamentos, así como el proceso administrativo para la facturación de las recetas. Su uso permite prescindir de la habitual receta en papel, sustituyéndola por una única hoja de prescripción que incluye todos los medicamentos que se prescriben al paciente para un periodo determinado, además de la dosis y de la pauta de administración de los fármacos. La solución supone ventajas para los ciudadanos, especialmente para enfermos crónicos y sus familiares, que no tendrán que acudir repetidamente a su médico en busca de las recetas; para los farmacéuticos, que podrán consultar qué medicamentos están tomando los pacientes, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo, y para los médicos, a quienes el sistema permite ver qué medicinas han sido retiradas por sus pacientes.

 

Además, con la receta electrónica el farmacéutico conoce el límite mensual de aportación al pago del medicamento de cada asegurado, lo que próximamente evitará que el paciente tenga que adelantar cantidad alguna una vez alcanzado el límite que le corresponda.

 

La experiencia en otras comunidades pone de manifiesto que el sistema disminuye las consultas de atención primaria en torno al 30% y reduce entre un 20% y un 30% el tiempo dedicado a la prescripción.

 

 

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