Más de 12 millones de personas están sufriendo los efectos devastadores de la peor sequía registrada en los últimos 60 años en Somalia, Kenia y Etiopía. Dos temporadas sucesivas sin lluvias y la falta de inversión en las zonas afectadas han llevado a la región del Cuerno de África a la peor crisis alimentaria del siglo XXI, en donde ”millones de personas afectadas por la hambruna están luchando por sobrevivir” ha alertado el portavoz de Intermón Oxfam, Francisco Yermo.     

El epicentro de la sequía, situado en un enclave entre las fronteras de Kenia, Etiopía y Somalia, ha afectado a los habitantes más pobres de la región. La grave escasez de alimentos y de agua ha elevado alarmantemente las tasas de malnutrición, con niveles de emergencia -superados en algunas áreas hasta en cinco veces- nunca vistos.
 

En este contexto en el que en muchas zonas afectadas las familias dependen en gran medida del ganado para su supervivencia, se ha llegado a perder hasta el  60 por ciento del mismo. El precio de los animales se ha desplomado a la mitad mientras que el coste de los  cereales se ha disparado. El pronóstico para la próxima cosecha es poco alentador, ya que se espera recolectar sólo el 50 por ciento. El precio de los alimentos básicos como el arroz y el maíz está en niveles récord en algunas áreas. En Somalia, por ejemplo, el coste del sorgo se ha incrementado en un 240 por ciento en relación con el año pasado .

“Nos preocupa seriamente la pérdida de vidas humanas. En algunas partes de Somalia, centenares de personas ya han muerto por enfermedades relacionadas con la sequía. La gente ha perdido prácticamente todo y la crisis va a empeorar en los próximos meses. En algunas áreas,  la próxima temporada de lluvias no se espera hasta  octubre”, ha señalado Francisco Yermo.

Asimismo, como consecuencia de la grave sequía y también del conflicto en el que está sumida Somalia, miles de personas están huyendo de sus aldeas buscando un futuro mejor. Se estima que 9.000 somalíes llegan cada semana al campo de refugios de Dadaab, en el noreste de Kenia. En el mismo periodo del año pasado, la afluencia semanal era de entre 6.000 y 8.000 personas. Etiopía también está recibiendo cada vez más refugiados.  En Dolo Odo, un campo en el sur del país, las tasas de desnutrición son las más altas registradas en esta región desde los años noventa.

 "Esto es un desastre evitable y las soluciones son posibles. No es ninguna coincidencia que las zonas más afectadas sean las más pobres y menos desarrollados de la región. Aún queda mucho por hacer para asegurar que las comunidades sean más resistentes a las crisis cada vez más frecuentes ", según Yermo.

 Abierta emergencia por la grave crisis humanitaria

Oxfam –Intermón Oxfam en España- está trabajando en la zona para ayudar a los millones de personas afectadas por este gran desastre humanitario. “La ayuda se afronta con enormes dificultades. No hay dinero suficiente para comprar alimentos en las cantidades requeridas. El costo del combustible necesario para transportar los alimentos también se ha disparado. Desde Oxfam hacemos un llamamiento para recaudar fondos que nos permitan asistir a los más de tres millones de personas en extrema necesidad de agua potable, alimentos y saneamiento básico” ha apuntado el portavoz de Intermón Oxfam.
 

En Kenia, Oxfam tiene como objetivo ayudar a 1,3 millones de personas, proveyéndoles de  agua potable y asistencia para el ganado. En Somalia, cerca de 750.000 habitantes se verán beneficiados por los trabajos de saneamiento, promoción de la higiene y tratamientos para los animales. En Etiopía, la ayuda está dirigida a un millón de personas, a las que se  proporcionará agua potable y saneamiento básico, así como asistencia veterinaria.

“Si se quiere evitar una catástrofe humanitaria, el mundo tiene que actuar ahora para asegurar que la ayuda necesaria llega a tiempo” según Yermo.

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