Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-En su último informe, la comisión de investigadores de ONU sobre DDHH, señaló que había recibido denuncias que las fuerzas del gobierno sirio y los rebeldes habían utilizado armas prohibidas, pero la mayoría de testimonios apuntan principalmente al uso por parte de las fuerzas estatales. En ese mismo informe, la Comisión precisó que tenía "motivos razonables" para creer que se han utilizado pequeñas cantidades de armas químicas en Siria; según la investigación se examinaron 4 ataques tóxicos -registrados en marzo y abril- pero no pudo determinar de qué lado fueron utilizados ni hay evidencia disponible para determinar precisamente los agentes químicos utilizados.
El equipo de más de 20 investigadores de ONU, llevó a cabo 430 entrevistas entre el 15 enero al 15 mayo entre refugiados alojados en países vecinos y por Skype con gente en Siria; sin embargo, los resultados permanecen inconclusos ya que es vital que un equipo independiente de expertos tenga pleno acceso a Siria para recoger muestras de las víctimas y determinar los lugares de los supuestos ataques. Paulo Pinheiro, jefe de la Comisión, precisó que en cualquier caso, las atrocidades cometidas con armas convencionales superan con creces cualquier baja de la utilización de agentes químicos, pero desestimó un ataque tóxico a gran escala.
Para aumentar sus propias capacidades Damasco creó los Centro de Investigación y Estudios Científicos, una agencia dirigida por el Gral. Ali Mamlouk, jefe de Seguridad Nacional y que responde a la Inteligencia militar; el Gral.de Brigada Mustafa Al-Sheikh, quien desertó del ejército sirio, indicó que el arsenal está ahora en manos de oficiales alawitas leales y entrenados en el manejo de armas químicas, que fueron transportadas a las zonas alawitas en Latakia y cerca de la costa. El Centro fue atacado por los rebeldes a principios de este año, y si bien supervisa las instalaciones de armas químicas en Dumayr, Khan Abou, Shamat y Firaqlus, el control efectivo de las armas se ha fragmentado con el transcurso de la guerra civil.
El panel de cuatro miembros dijo que su informe al Consejo que por primera vez existen documentos sobre la imposición sistemática de los asedios, el uso de agentes químicos y desplazamientos forzados; además se reportaron 17 casos que podrían ser llamadas masacres -entre mediados de enero y mediados de mayo- debido al uso de bombas termobáricas y al aumento de uso de armas de efecto indiscriminado, como las bombas de racimo, bombas de cañón y misiles tierra-tierra lo que evidencia de "flagrante desprecio" del gobierno de la distinción entre combatientes y civiles exigidas por el derecho internacional.
El informe señaló atrocidades cometidas por los rebeldes. Ejecuciones masivas se llevan a cabo en público en lugares como Daraa y Alepo, donde los rebeldes han establecido autoridades judiciales y administrativas, el número de ejecuciones extrajudiciales y secuestros -por parte de la oposición- han aumentado; el informe llamó la atención sobre imágenes de vídeo, presentado por la misión de Rusia ante la ONU, donde se muestra la decapitación de dos soldados del régimen, perpetradas por un niño. Las fuerzas pro-Assad son culpables de la violencia sexual durante los registros domiciliarios, en los controles y en los centros de detención la tortura de los detenidos es endémica, según el informe.
A partir de los resultados sobre la base de 430 entrevistas y otras pruebas recogidas, los cuatro expertos subrayan en el informe que hay un alto coste humano debido a la mayor disponibilidad de armas en Siria, donde las transferencias de armas aumentan el riesgo de violaciones, lo que lleva a las muertes y más daños a civiles. Si bien los expertos señalan que las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas han cometido "asesinatos, torturas, violaciones, desplazamientos forzados, desapariciones forzadas y otros actos inhumanos", como parte de ataques generalizados o sistemáticos contra la población civil; se debe tener en cuenta que los grupos antigubernamentales armados también cometen crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad -incluido el asesinato y ejecuciones sin el debido proceso- la tortura, toma de rehenes y el pillaje.
Después de una reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, el Secretario de Estado, John Kerry, reconoció que EE.UU. llegó "tarde" a los esfuerzos por encontrar una solución política a la guerra en Siria. Aunque Jennifer R. Psaki, portavoz del Departamento de Estado, haya negado que tales declaraciones de Kerry signifiquen un reproche la política de la administración Obama para Siria, lo cierto es que esos comentarios subrayan el estado de ebullición de la región. La ola de protestas en Turquía contra el gobierno del Primer Ministro, Recep Tayyip Erdogan, generó preocupación en Washington porque podrían distraer al gobierno turco de su esfuerzo por gestionar la crisis en Siria y en el resto de la región.
Con este escenario por delante, una intervención militar o una provisión mayor de armas a los diferentes actores sobre el suelo sirio, solo asegurará más violencia y crímenes de guerra. Este es el quinto informe de la Comisión sobre Siria desde 2011 y desde el primero se observaron violaciones a los DDHH y los abusos cometidos por todas las partes en el conflicto -homicidios, detenciones arbitrarias y violencia sexual- así como hecho más graves que constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Si bien es evidente que la gran mayoría de los crímenes de guerra y otras violaciones graves siguen siendo cometidos por las fuerzas gubernamentales, la Comisión viene describiendo una escalada en los abusos cometidos por los grupos armados de la oposición, que cada vez más recuren a la toma de rehenes, tortura y ejecuciones de soldados o miembros de las milicias pro-gubernamentales y civiles.
Es imperativo que el Consejo de Seguridad comience a analizar el caso de Siria para que sea remitido a la Corte Penal Internacional, sin distinciones de gobierno u opositores, de manera tal que actúe como un factor de disuasión mientras se busca una salida política a la situación en el país. La extensión en el tiempo, de la guerra civil siria, ha demostrado que la tendencia propia del conflicto es la profundización y desestabilización de la región.