Esta mañana han llegado a Madrid, en un avión fletado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, 37 excarcelados cubanos junto a más de 200 familiares.
Con la llegada de estos últimos presos de conciencia, se pone fin al proceso de liberación de presos de conciencia en Cuba que se inició el pasado 13 de julio en el marco del proceso abierto entre las autoridades cubanas y la Iglesia Católica de Cuba, con el acompañamiento del Gobierno español.
Estos excarcelados recibirán, como los anteriores cubanos acogidos hasta la fecha, la asistencia que comprende: ayudas económicas de manutención, alojamiento, asesoramiento legal, asistencia psicológica, escolarización de los menores, facilitar la homologación de títulos escolares y universitarios, asistencia para la integración laboral, y atención sanitaria.
En total han llegado a España 115 presos políticos, acompañados por 647 familiares. Este número incluye a los 52 presos de conciencia del llamado Grupo de los 75, detenidos en marzo de 2003. 40 excarcelados de los 52 han sido acogidos en España, mientras que los 12 restantes han sido puestos en libertad paulatinamente en territorio cubano. La liberación en Cuba de los dos últimos miembros del grupo de los 75 fue anunciada el 22 de marzo.
Además de los excarcelados incluidos en el mencionado Grupo de los 75 o Primavera Negra han sido liberados otros presos de conciencia que estaban recogidos en las listas de Amnistía Internacional, de las Damas de Blanco, y de otras organizaciones de derechos humanos. Todos los excarcelados, así como sus familiares, han manifestado fehacientemente su aceptación de traslado a España.
En cuanto la acogida en España, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con la colaboración del Ministerio de Trabajo e Inmigración, del Ministerio de Interior y de ONG's especializadas han habilitado un dispositivo de acogida que atiende de manera integral las formalidades jurídicas, la atención humanitaria y las necesidades personales que contribuya a una progresiva integración de los excarcelados y de todos sus familiares para facilitar su desarrollo autosuficiente en la sociedad española.
El mecanismo de atención es proporcionado, con financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, por las ONG Cruz Roja Española (CRE), Comisión Española de Atención al Refugiado (CEAR) y Asociación Comisión Católica Española de Migraciones (ACCEM), en virtud de los correspondientes convenios firmados con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
En el caso de estos 37 presos y sus familiares llegados en el día de hoy y dado el gran número de personas, (245 en total) las ONG s se encargarán de organizar su acogida en distintos puntos de España.
Una vez llegados al territorio nacional, se les ha facilitado asistencia para la presentación de solicitud de protección internacional, en los términos de la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria. Para poder acelerar las formalidades de su solicitud, la Oficina de Asilo y Refugio ha habilitado, en ocasiones, un horario especial. A fecha de 30 de marzo, la Comisión Interministerial de asilo y refugio (CIAR) ha concedido 41 estatutos de asilados políticos y 231 protecciones subsidiarias. En las próximas reuniones de la CIAR se seguirán examinando los expedientes de asilo y de protección subsidiaria.
Las autoridades españolas tienen un plazo de seis meses desde la presentación de la solicitud para decidir acerca del estatuto que se les aplica. En cualquier caso, en tanto en cuanto esa decisión se produce, no existe ninguna situación de desprotección de los liberados y de sus familiares, que en todo momento han gozado tanto de los beneficios generales de asistencia humanitaria que establece la legislación española como de las ayudas específicas que se recogen en los protocolos que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha suscrito con distintos organismos humanitarios, dada la complejidad de este operativo.
Una vez presentada la solicitud de protección internacional, a los liberados y sus familiares se les ha ofrecido la posibilidad de ser trasladados tras un análisis de las necesidades de cada grupo familiar y según las disponibilidad de plazas, a diferentes centros de acogida y, posteriormente, a pisos y apartamentos de alquiler. La asistencia médica, socio-laboral, jurídica y psicológica continúa en estos centros de acogida y pisos.
Hasta la fecha este mecanismo de acogida humanitaria se ha revelado como un instrumento eficaz para lograr la progresiva integración en la sociedad española de los 115 presos y de sus familiares gracias a la colaboración de los Ministerios de Interior, de Trabajo, de otras Administraciones Públicas y de ONG's.