La Policía Nacional desarticula un grupo organizado que explotaba sexualmente a mujeres nigerianas

La Policía Nacional desarticula un grupo organizado que explotaba sexualmente a mujeres nigerianas


La operación se ha saldado con la detención de los principales integrantes de la red, entre los que se encontraba una mujer que era la máxima responsable

 

La Policía Nacional tiene a disposición de las víctimas el teléfono 900.10.50.90 y el correo trata@policia.es, dos medios confidenciales atendidos las 24 horas por agentes especializados

 

Madrid.- Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que explotaba sexualmente a mujeres nigerianas, en el marco del Plan Integral Policial de Lucha contra la Trata de Seres Humanos con fines de explotación sexual impulsado por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras. Introducían a las víctimas en España cruzando el Estrecho de Gibraltar de manera irregular y presuntamente las obligaban a prostituirse en localidades próximas a Barcelona y en Málaga. La operación se ha saldado con la detención de los principales integrantes de la red, entre los que se encontraba una mujer que era la máxima responsable. La Policía Nacional tiene a disposición de las víctimas el teléfono 900.10.50.90 y el correo trata@policia.es, dos medios confidenciales atendidos las 24 horas por agentes especializados.

 

Las investigaciones comenzaron hace un año, a raíz de una denuncia presentada ante la Policía de Nantes (Francia) por una ciudadana nigeriana que manifestó estar siendo explotada por una compatriota suya, que la obligaba a ejercer la prostitución en la calle y que, según la denunciante, residía en España.

Tras meses de investigaciones, los agentes a través de su enlace con la Policía del Aire y Fronteras y en colaboración con la Policía Judicial, ambas francesas, lograron llegar hasta una organización delictiva, compuesta por ciudadanos de nacionalidad nigeriana y dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Además descubrieron que a la cabeza de dicha organización se encontraba una mujer nigeriana asentada en localidades próximas a Barcelona, desde donde dirigía toda la actividad.

Viudas con cargas familiares

 

Poco después los agentes averiguaron que las labores de captación las realizaba otra mujer, amiga de la primera. Para ello, recorría las zonas más deprimidas de Benin City (Nigeria) fundamentalmente y, a través de sus propios contactos, se informaba de cuáles eran las chicas con una situación personal desesperada, con el fin de acercarse a ellas. Así, por ejemplo, seleccionaba mujeres con padres o esposos fallecidos y con importantes cargas familiares a sus espaldas.

 

Una vez elegidas las posibles víctimas, les ofrecían venir a Europa para trabajar en el ejercicio de la prostitución, prometiéndolas que ganarían grandes cantidades de dinero, ofertas que ellas, en su situación, no podían rechazar. A continuación, trasladaban a las chicas hasta España. Los responsables de llevar a cabo esta tarea eran personas de confianza de la máxima responsable, casi siempre familiares. Este proceso podía durar hasta cuatro o cinco meses y la primera parte del mismo, por tierras africanas, se realizaba por vía terrestre, hasta que llegaban a la costa marroquí, desde donde eran introducidas ilegalmente en España en pateras. La responsable de la organización se ocupaba de todos los gastos generados por el viaje.

 

Una vez en nuestro país, la mayor parte de las mujeres eran destinadas a la zona de Cataluña, donde se encontraba la máxima responsable de la organización, para su explotación sexual, aunque también se ha detectado la presencia de algunos miembros de la misma controlando a otras mujeres en el ejercicio del prostitución callejera en la ciudad de Málaga. Respecto a las que llegaban a Cataluña, la cabecilla se encargaba de distribuir a las mujeres por los distintos lugares donde debían ejercer la prostitución, imponiéndolas las tarifas que tenían que exigir a los clientes por sus servicios, cómo debían comportarse, así como las estrategias que debían emplear para acercarse a los mismos.

 

Ceremonias de Vudú

 

El control que ejercía sobre las mujeres era total, empleando para ello tanto las amenazas verbales, como la violencia física o diversas ceremonias de vudú con las que las aterrorizaba. Llegó incluso a producirles graves lesiones mediante mordiscos o causándoles con una plancha quemaduras hasta de segundo grado.

Los agentes han concluido la investigación con la detención de seis personas de nacionalidad nigeriana, entre las que se encuentra la principal responsable de la organización y se han realizado cinco registros domiciliarios, dos de ellos en España y otros tres en Francia

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