Llegué a Porrúa en un día de orbayu para visitar el Museo etnográfico.
El tiempo parecía haberse detenido en aquel lugar. Ningún ruido al que estamos acostumbrados interrumpía ese momento. Solo el cantar de un gallu gallasperu y los mugidos de una vaquería cercana acompañaban el piar de los pajarinos. El edificio no es para nada el de un museo al uso. Una casa tradicional con sus cuadras, alberga una colección permanente digna de visitar.
A las edificaciones les acompaña un enorme aguacatero centenario, que Luís Manuel, un anciano cicerone particular, se encarga de contar a todos los visitantes, se generó porque uno de los hijos indianos de la familia trajo un aguacate para enseñarlo. Después de comerlo, tiró la pepita cerca de la pila de cucho y allí creció a sus anchas.
El germen de todo este proyecto comenzó, cuando el matrimonio formado por Teresa Sordo Sordo y Luis Aces Sordo, descendientes de la familia, donaron al pueblo la vivienda y las cuadras, dejando la finca circundante para uso recreativo.
Nace entonces la Asociación Cultural Llacín. Los miembros de la junta directiva se encargan de planificar el nuevo museo. Investigando recogiendo material y clasificándolo.
Marta Elola, directora del museo durante 10 años , y su marido tristemente fallecido Jorge Mochales, fueron unas de las personas más comprometidas con este proyecto para que tuviese la calidad de la que goza en la actualidad.
Con la ayuda de los Fondos L.E.A.D.E.R y de la Consejería De Cultura por fin se inauguran las instalaciones primigenias. Y en el año 2000 se crea el edificio polivalente que alberga una sala de exposiciones, biblioteca, y donde se encuentran en la actualidad los archivos y los fondos museográficos.
También se realizan actividades de todo tipo: conciertos, cursos , presentaciones, etc.
Próximamente tendrá lugar una exposición interesantísima de fotografía de Baltasar Cué. De tipos populares de la zona de finales del siglo XIX. Y en Septiembre una muestra de indumentaria tradicional.
Corren malos tiempos para todos, pero la Asociación Llacín no ceja en su empeño para que Porrúa siga ejerciendo de lugar emblemático en el concejo.
Ya posee el título de Pueblo Cultural de Europa, y con el Mercao Tradicional que organizan a finales de Agosto en un marco incomparable, donde todos los fondos se revierten al museo, el Ayuntamiento de Llanes y la consejería de Cultura, estoy más que segura que llegarán buen puerto.
Agradezco a Mayte Lobeto, gerente del museo que tuvo la amabilidad de responder a todas mis dudas y mostrarme el alma del Llacín.
¡Buena suerte a todos!
Llegué a Porrúa en un día de orbayu para visitar el Museo etnográfico.
El tiempo parecía haberse detenido en aquel lugar. Ningún ruido al que estamos acostumbrados interrumpía ese momento. Solo el cantar de un gallu gallasperu y los mugidos de una vaquería cercana acompañaban el piar de los pajarinos. El edificio no es para nada el de un museo al uso. Una casa tradicional con sus cuadras, alberga una colección permanente digna de visitar.
A las edificaciones les acompaña un enorme aguacatero centenario, que Luís Manuel, un anciano cicerone particular, se encarga de contar a todos los visitantes, se generó porque uno de los hijos indianos de la familia trajo un aguacate para enseñarlo. Después de comerlo, tiró la pepita cerca de la pila de cucho y allí creció a sus anchas.
El germen de todo este proyecto comenzó, cuando el matrimonio formado por Teresa Sordo Sordo y Luis Aces Sordo, descendientes de la familia, donaron al pueblo la vivienda y las cuadras, dejando la finca circundante para uso recreativo.
Nace entonces la Asociación Cultural Llacín. Los miembros de la junta directiva se encargan de planificar el nuevo museo. Investigando recogiendo material y clasificándolo.
Marta Elola, directora del museo durante 10 años , y su marido tristemente fallecido Jorge Mochales, fueron unas de las personas más comprometidas con este proyecto para que tuviese la calidad de la que goza en la actualidad.
Con la ayuda de los Fondos L.E.A.D.E.R Y DE LA Consejería De Cultura por fin se inauguran las instalaciones primigenias. Y en el año 2000 se crea el edificio polivalente que alberga una sala de exposiciones, biblioteca, y donde se encuentran en la actualidad los archivos y los fondos museográficos.
También se realizan actividades de todo tipo: conciertos, cursos , presentaciones, etc.
Próximamente tendrá lugar una exposición interesantísima de fotografía de Baltasar Cué. De tipos populares de la zona de finales del siglo XIX. Y en Septiembre una muestra de indumentaria tradicional.
Corren malos tiempos para todos, pero la Asociación Llacín no ceja en su empeño para que Porrúa siga este y que posee el título de pueblo cultural de Europa, y con el Mercao Tradicional que organizan a finales de Agosto en un marco incomparable, donde todos los fondos se revierten al museo, el Ayuntamiento de Llanes y la consejería de Cultura, estoy más que segura que llegarán buen puerto.
Agradezco a Mayte Lobeto, gerente del museo que tuvo la amabilidad de de responder a todas mis dudas y mostrarme el alma del Llacín.
¡Buena suerte a todos!.