Son muchas las prácticas que existen en torno al mundo de la micología, siendo la recogida de las diferentes variedades de setas una de las más extendidas en los montes de la Comunidad Autónoma.
En base a esta premisa, el Gobierno de Aragón ha redactado y puesto en marcha un decreto cuyo objetivo radica en regular los aprovechamientos micológicos. Uno de los objetivos que se ha marcado para este año la Dirección General de Gestión Forestal del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, junto con la modificación de la Ley de Montes de Aragón que está en su recta final.
El director general de Gestión Forestal, Roque Vicente, ha subrayado que “con esta nueva norma se pretende unificar la regulación actual existente en torno a estos recursos forestales y que se rige por diferentes ordenanzas municipales u otras fórmulas. De esta forma existirá una armonización de estas disposiciones en todas la Comunidad Autónoma, sin invadir la autonomía local de los ayuntamientos como propietarios de los montes”.
Un nuevo marco con peculiaridades
El decreto describe y regula los aprovechamientos micológicos de los montes, destacando algunos aspectos:
- Se pretende simultanear la actividad de recogida de setas con la preservación y conservación del ecosistema de los montes aragoneses teniendo en cuenta que afecta a especies de setas silvestres y comestibles (como por ejemplo el robellón) y no a setas cultivadas o frutos subterráneos como las trufas.
- Recoge otras particularidades como la titularidad. Y es que las setas tienen dueño ya que su titularidad corresponde a los propietarios de los terrenos donde aparecen.
- Existen diferentes “zonas” para recoger setas. En las zonas de aprovechamiento micológico regulado se necesitará de un permiso para realizar la actividad mientras que aquellos que no estén regulados como tal podrán desarrollar la actividad de manera libre pero con un límite: hasta 3 kg. de setas por día y por persona.
Así, a través de este marco normativo se consigue regular una práctica tan extendida como la recogida de setas y que supone un motor económico y turístico para Aragón.