Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid confirman mediante marcadores moleculares de ADN que la especie Ulmus laevis es autóctona en la península, y se debería incluir en la lista roja de flora vascular para proteger sus poblaciones.
Un estudio detallado de nuestras olmedas, realizado por el Grupo de Investigación en Genética y Fisiología Forestal de la UPM dentro del Programa Español del Olmo, aclara el controvertido tema entre los botánicos del origen del Ulmus laevis.
Utilizando marcadores moleculares de ADN nuclear y de cloroplasto se ha mostrado no solo que la variabilidad genética de estas poblaciones en nuestro país es comparable e incluso superior a la de las europeas sino que, además, durante los periodos glaciares la especie pervivió en diversos refugios en la península ibérica, como sugiere la presencia de clorotipos exclusivos.
Ulmus laevis es un olmo que se diferencia del común (Ulmus minor) por su fruto ciliado y en la actualidad es una especie muy rara en España. Por su baja frecuencia, el catálogo “Flora ibérica” la considera una especie introducida, y atribuye su presencia a ejemplares asilvestrados procedentes de jardinería.
Sin embargo, el estudio realizado ha permitido la localización de un número de poblaciones de esta especie en nuestro país muy superior al conocido. Además, otros trabajos del grupo han precisado el área de distribución y la ecología de esta especie en España que eran desconocidas hasta el momento.
Los resultados obtenidos sugieren que Ulmus laevis habita zonas de suelos ácidos y gran disponibilidad hídrica, mientras que el olmo común ocupa de modo natural suelos básicos y supera cierta sequía estival. También este olmo presenta una ventaja frente al común, ya que a pesar de ser también muy susceptible a la grafiosis, que acabó con el 99% de las olmedas españolas, esta pandemia no supone un gran riesgo para Ulmus laevis debido a que los escarabajos que propagan la enfermedad no se sienten atraídos por esta especie.
Como consecuencia de la fragmentación y el pequeño tamaño de las poblaciones por la destrucción de su hábitat por el hombre, y atendiendo a los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Ulmus laevis se debe considerar una especie en peligro de extinción en la península ibérica. Por tanto, en opinión de los investigadores de la UPM, es necesario desarrollar estrategias para su conservación que pasan por su inclusión en la Lista Roja de Flora Vascular Española, de modo que sus poblaciones estén protegidas por la normativa estatal.
Un aspecto importante derivado de considerar Ulmus laevis como especie autóctona es que, según la normativa vigente, podrá emplearse en proyectos de restauración y mejora ambiental de riberas de ríos incluso en zonas protegidas por la Red Natura 2000.
FOTO: Las semillas de Ulmus laevis son el rasgo diferenciador más característico. / Martín Venturas.