Por Redacción/AM.-Los trabajadores del grupo Liberbank irán a la huelga los próximos días 27 y 28 de junio en protesta por la aplicación de las medidas previstas en el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), que incluyen desde la reducción de salarios con ampliación de jornada, hasta la suspensión temporal de contratos en tandas de 18 meses, que afectarán a un total de 1.332 trabajadores.
La conciliación entre empresa y representantes de trabajadores convocada para el pasado día 16 de mayo, se cerró sin acuerdo, al tiempo que el grupo anunciaba desde su página web el cierre del primer trimestre con unos beneficios de 33 millones de euros., después de haber recibido una ayuda de 124 millones de euros procedente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria el pasado mes de marzo.
En gran parte dicha ayuda es contabilizada como un incremento de capital tras haberse canalizado en forma de bonos convertibles contingentes.
Los sindicatos con representación mayoritaria en el grupo (CCOO y UGT), programaron para hoy concentraciones frente a las principales oficinas de las entidades bancarias que lo componen, Cajastur entre ellas, a fin de dar a conocer a la opinión pública su situación ante esta regulación que empezará a surtir efecto a partir del 1 de julio, sin que la mediación de la jurisdicción laboral haya servido para mover un ápice las posiciones de la empresa.
Como se recordará, a finales de 2012 Bruselas dio luz verde a la reestructuración de Liberbank, tras el correspondiente análisis, por parte de la Comisión de la Competencia, de las medidas propuestas para el grupo, imponiendo, eso sí una serie de condiciones, como eran la reducción del tamaño del grupo en un 30%, pero también la reorientación del modelo empresarial, para centrarlo en el negocio minorista y la concesión de préstamos a PYME y familias, especialmente en las regiones en las que tradicionalmente habían operado las entidades bancarias integrantes.
Lo cierto es que hasta la fecha, de este proceso sólo ha trascendido de forma masiva el plan de reducción de costes de personal vía ERTE, sin que se sepa aún como se va a trasladar a la práctica el resto de actuaciones encaminadas a potenciar el consumo y la reactivación de las Pequeñas y Medianas Empresas, en cumplimiento de las condiciones impuestas por la Comunidad Europea para autorizar los apoyos públicos a estos bancos..
Los 33 millones de euros de beneficio anunciados en la web de Liberbank, se contabilizan después de que el grupo haya recibido en marzo una inyección de 124 millones de euros, procedentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), en forma de bonos convertibles contingentes. Los ya famosos “cocos”.
Cabe recordar que el FROB, que fue creado en 2009 como entidad de derecho público para gestionar los procesos de reestructuración de entidades de crédito, se nutre de fondos procedentes de los Presupuestos Generales del Estado, y captando capitales por procedimientos de endeudamiento público, como la emisión de valores de renta fija, y otros. Asimismo cabe recordar que debe rendir cuentas periódicamente ante la comisión parlamentaria correspondiente.
Esto significa que los 124 millones de euros aportados a las arcas de Liberbank proceden en gran parte del erario público, al que en teoría revertirán parte de los hipotéticos beneficios que pudieran generarse con los cambios de gestión, pero también las “pérdidas” que pudieran producirse de no resultar efectiva la reorientación del grupo.
Por lo que se refiere a las “COCOS”, se trata de bonos híbridos entre deuda y capital, con los que se paga un interés al comprador y, adicionalmente, existe la opción de convertir estos bonos en acciones del grupo, aunque en este caso, dicha “opción” está limitada, ya que se encuentran altamente restringidos los derechos del inversor (el FROB) a no convertir, lo que significa en la práctica que si el nivel de capital de Liberbank desciende por debajo de un límite preestablecido, el grupo pasaría a estar directamente intervenido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, por la vía de la conversión de una parte importante de la ayuda aportada en acciones.