La revista Nature publica esta semana un estudio genómico pionero sobre la diversidad fúngica de la epidermis humana. La riqueza de estos organismos eucariotas varía por todo el cuerpo, y la mayor biodiversidad se encuentra en los pies.
SINC.-La superficie de la piel humana es un ecosistema complejo de microorganismos –hongos, bacterias y virus–,que desempeña un papel importante en la salud y la enfermedad.
Ahora, un estudio liderado por expertos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI, por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional del Cáncer, ambos en EEUU, ha descrito por primera vez la diversidad de especies de hongos en la piel humana.
El trabajo, publicado en la revista Nature, se realizó en 14 sitios diferentes de la piel de diez adultos sanos. Los investigadores secuenciaron el ADN de los hongos para definir las poblaciones a lo largo de la piel y facilitar la investigación de enfermedades dermatológicas causadas por estos organismos, que solo en EEUU afectan a 29 millones de personas.
“Nuestro estudio utilizó la secuenciación de ADN para demostrar que los hongos se encuentran normalmente en la piel humana sana, ampliando nuestros estudios anteriores sobre las bacterias de la piel”, explica a SINC Heidi Kong, coautora principal que trabaja en el Instituto Nacional del Cáncer.
La secuenciación de las muestras generó más de 5 millones de marcadores, lo que representa más de 80 tipos de hongos. Es más, en el 20% de los participantes, los científicos observaron problemas compatibles con posibles infecciones por hongos.
Gracias al análisis, los expertos encontraron que el género más común fue Malassezia, que estuvo presente en 11 de los 14 sitios de muestreo en el cuerpo: la parte posterior de la cabeza, detrás de las orejas, en la nariz y en los talones, las áreas donde normalmente se dan enfermedades de la piel asociadas con los hongos.
El género más común fue Malassezia, que estuvo presente en 11 de los 14 sitios de muestreo en el cuerpo
La predilección de los hongos por los pies
Las comunidades bacterianas y fúngicas son moldeadas por diferentes factores. Así, los autores encontraron que Malassezia es predominante en la cabeza y el tronco, mientras que las manos, que albergan una gran diversidad de bacterias, son el hogar de relativamente pocos tipos de hongos. En contraste, los pies, incluyendo las uñas, talones y dedos, contienen gran diversidad.
Según apunta Kong, “los hongos en los pies de las personas sanas son más diversos que en los brazos, la cabeza y el tronco. Estos hallazgos ayudarán a orientar la futura investigación sobre el papel de los hongos y las bacterias en la piel”.
De hecho, el sitio más complejo, el talón, es el hogar de cerca de 80 tipos de géneros de hongos, incluyendo Aspergillus, Cryptococcus, Rhodotorula y Epicoccum. Los investigadores encontraron también cerca de 60 tipos en las muestras de las uñas y 40 en los dedos de los pies.
A su vez, los sitios con diversidad de hongos moderada son la palma de la mano y el dorso del antebrazo, con 18 a 32 géneros. Sorprendentemente, la cabeza y partes del tronco –incluyendo la espalda, parte posterior del cuello, el interior y detrás de las orejas y el entrecejo– tienen muchos menos tipos de hongos, con solo de dos a diez géneros cada uno.
Por último, los investigadores observaron que existe una mayor similitud en la comunidad de hongos de los lados izquierdo y derecho del cuerpo de la misma persona en comparación con las mismas partes del cuerpo en individuos distintos. Además, advirtieron también que las comunidades fúngicas parecen ser bastante estables en el tiempo, ya que sufrieron pocos cambios en las pruebas realizadas durante tres meses.
FOTO: En la imagen se pueden observar alguno de los tipos de hongos analizados. / Alex Valm, NHGRI