La Sociedad Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés) ha publicado recientemente en la revista Circulation sus nuevas guías para la prevención cardiovascular en la mujer. Estas nuevas guías constituyen una actualización de las ya publicadas en 2007 y continúan incluyendo recomendaciones específicas sobre el uso apropiado de dosis bajas de ácido acetilsalicílico para la prevención del infarto de miocardio y otros accidentes cardiovasculares en mujeres.
Las recomendaciones incluidas son las siguientes:
- En mujeres con riesgo cardiovascular elevado y enfermedad coronaria se recomienda el uso de dosis bajas de ácido acetilsalicílico (75-325 mg) diarios, a menos que esté contraindicado.
- En mujeres con riesgo cardiovascular elevado y diabetes, se considera razonable el uso de dosis bajas de ácido acetilsalicílico (75-325 mg) a menos que esté contraindicado.
- En mujeres con riesgo cardiovascular o mujeres sanas de 65 años o más se recomienda valorar el uso de 81 mg diarios ó 100 mg cada dos días de ácido acetilsalicílico, siempre y cuando la presión sanguínea esté controlada y el beneficio en la prevención del ictus isquémico y el infarto de miocardio supere el riesgo de hemorragia gastrointestinal o ictus hemorrágico.
- En mujeres con fibrilación auricular crónica o paroxística que no pueden tomar warfarina o presentan un riesgo bajo de ictus también se recomienda valorar la terapia con dosis bajas de ácido acetilsalicílico.
Además, las nuevas guías indican que el tratamiento con dosis bajas de ácido acetilsalicílico parece coste-efectivo en mujeres de 65 años o más que presentan riesgo moderado o severo de evento cardiovascular. Dicha información está basada en recientes investigaciones farmacoeconómicas relacionadas con intervenciones farmacológicas para la prevención de eventos cardiovasculares primarios o recurrentes.
Las guías basadas en la evidencia de las principales sociedades europeas y otras instituciones científicas siguen recomendando el tratamiento con dosis bajas de ácido acetilsalicílico en aquellos pacientes candidatos para la prevención primaria y secundaria de eventos cardiovasculares. Además, las recomendaciones recientes del United States Preventive Services Task Force coinciden con las recomendaciones de las nuevas guías de la AHA en cuanto al uso del ácido acetilsalicílico para la prevención cardiovascular
Acerca del ácido acetilsalicílico
El ácido acetilsalicílico es uno de los fármacos más ampliamente estudiados en la historia. Hasta la fecha más de 200.000 pacientes han sido reclutados en más de 200 estudios clínicos aleatorizados para evaluar su eficacia y seguridad. El ácido acetilsalicílico está autorizado en 36 países para la prevención primaria de eventos cardiovasculares, y en todo el mundo para la prevención secundaria de estos eventos. Además, las principales sociedades científicas como son la Sociedad Europea de Cardiología, la Asociación Americana del Corazón, la Asociación Americana del Ictus, y la Asociación Americana de Diabetes, entre otras, recomiendan considerar el tratamiento con dosis bajas de ácido acetilsalicílico para la prevención, tanto primaria como secundaria, de accidentes cardiovasculares.
Además de esto, el estudio ARRIVE (Ácido acetilsalicílico para Reducir el Riesgo de Eventos Vasculares Iniciales), puesto en marcha en 2007 y cuya finalización está prevista para 2012, evalúa los beneficios que el tratamiento con dosis bajas de ácido acetilsalicílico aportaría a los pacientes que presentan un riesgo moderado de sufrir un primer evento cardiovascular. El estudio incluye a más de 12.000 pacientes de más de 400 centros de cinco países: Alemania, Italia, Reino Unido, Estados Unidos y España. Durante un periodo de cinco años los investigadores observarán el efecto del fármaco en la reducción de los casos de infarto de miocardio e ictus mortal y no mortal en pacientes con riesgo moderado de sufrir un primer evento cardiovascular.
En cualquier caso la decisión de quién es un candidato apropiado para el tratamiento con dosis bajas de ácido acetilsalicílico ha de ser tomada por el médico. Los pacientes deberían siempre de consultar con el médico antes de comenzar cualquier tratamiento