Ecologistas en Acción rechaza la prórroga de la Central Nuclear de Garoña

Ecologistas en Acción rechaza la prórroga de la Central Nuclear de Garoña

La credibilidad del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) está en juego una vez más. Si permitiera que Garoña continúe un año en parada fría, mientras la empresa propietaria negocia con el Gobierno, estaría siguiendo el dictado de Nuclenor. Se trataría un peligroso precedente de cesión a las presiones gubernamentales y empresariales, recuerda Ecologistas en Acción.

 

Endesa e Iberdrola, propietarias de Nuclenor, mantuvieron en los últimos meses un pulso con el Gobierno para que se paralizara la ley que grava la generación de residuos radiactivos y para que se prolongara la vida de las nucleares. El elemento de presión que usaron las eléctricas fue la central nuclear de Garoña (Burgos), cuya vida se había comprometido a alargar el PP.

 

La primera parte del pulso fue bajo los focos, se pudieron seguir en directo los desplantes de Nuclenor al Gobierno. La segunda parte ha sido en secreto y se desconocen sus resultados. Como resultado de esta negociación secreta, Nuclenor se replantea su postura y decide pedir una prórroga para mantener la central durante un año en parada fría.

 

La simple petición de esta prórroga, después de que Nuclenor incumpliera todos los plazos ofrecidos generosamente por el Gobierno, es un indicio de negociaciones escandalosas. Pero éste aún va más allá al solicitar al CSN un informe sobre la continuidad de la central para antes el 1 de junio. Es imposible realizar tal informe de forma competente en tan corto espacio de tiempo, salvo que se pida a los técnicos que escriban “al dictado”.

 

Es de todo punto inadmisible esta enorme presión sobre el CSN y sus técnicos que realizan Nuclenor y el Gobierno y que daña enormemente su credibilidad. El CSN debería rechazar la petición por simple imposibilidad material de cumplirla y para demostrar su independencia.

 

Ecologistas en Acción recuerda que las maniobras de estos días son nefastas para la seguridad nuclear, puesto que los propietarios de las centrales se creen con derecho a comerciar con el Gobierno y el CSN. Si finalmente se prorroga Garoña, se sentará un peligroso precedente; si la central volviera a funcionar se pondría en grave riesgo a las personas y el medio ambiente. Por ello, cientos de personas se dirigen estos días al CSNVentana nueva a través de las redes para pedirles que #StopGaroña

Dejar un comentario

captcha