Los ingenieros y controladores de la NASA tratan desde hace dos días de resolver un fallo en uno de los sistemas de giro del telescopio Kepler que lo hace girar sin control, al parecer a causa de uno de sus cuatro mecanismos de giro. La persistencia de la anomalía, pese al denodado trabajo desde Tierra, hace temer por la operatividad futura del 'ojo' sideral al que ya en su juventud hubo que poner una 'lentilla' correctora a causa de una imperfección en la lente.