365 días de espera, pero por fin llegó el día. A las 12 en punto un emocionado Enrique Maya, entonó las palabras mágicas: ‘Pamploneses, pamplonesas, ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín! Y Pamplona se transformó en la capital mundial de la fiesta.

 

Como cada año, el Chupinazo se vivió no solo en la abarrotada Plaza Consistorial, sino en muchos otros escenarios de la ciudad, como la Plaza del Castillo o en Carlos III, lugar escogido por muchas familias para ver el comienzo de las fiestas. Niños, mayores, extranjeros, gente de aquí, de allá, todos disfrutando de la fiesta, cada uno a su manera.

Este año con la novedad de no poder introducir en la Plaza Consistorial vidrio, además de otros elementos, como palos, latas de bebida cerradas, y banderas o telas de gran tamaño con las que se pueda cubrir a un elevado número de personas que puedan ocasionar movimientos de masas indeseados. También huevos y globos con pintura.

A parir de aquí, 9 días de fiesta ininterrumpidos, 204 horas de jolgorio, cientos de actividades para todos los gustos: conciertos, exposiciones, gigantes y cabezudos, pasacalles…

Quien no se divierta, es porque no quiere. Desde la Oficina Internacional de Prensa os deseamos felices fiestas. ¡Viva San Fermín