Asturias necesita dar un golpe para superar el mobing ministerial

Asturias necesita dar un golpe para superar el mobing ministerial

La noticia de la jornada, en el orden político financiero, es, sin duda, la denominada rebelión de varios barones autonómicos del PP que, ante la evidencia de la obsesión del Gobierno por apoyar a Convergencia en la persona de Artur Mas, pese a su independentismo radical y al permanente chantaje para obtener más y más injustos dineros adicionales, pusieron el martes líneas rojas en cuanto al reparto del déficit entre las CC.AA. Con distintos grados de intensidad, los presidentes de Madrid, Galicia, Baleares y, con gran dureza, Monago desde Extremadura lanzaron un "no pasará" inusual en un PP que presume de tener un solo mensaje en todo el Estado, ante la sospecha de un nuevo trato preferente en materia de déficit para Cataluña.

Asturias ya había dicho lo mismo hace días, pero, claro, tantos años de sumisión a Madrid han puesto sordina a la voz política del Principado, antaño sonora y retumbante, y apenas algún medio se hizo eco de ella allande Pajares.

Está bien que otras Comunidades pongan pie en pared ante el despropósito fiscal pretendido por Montoro, y es bueno para una Asturias políticamente débil. Pero es que su caso va más allá.

El caso de Asturias está siendo el de sufrir un auténtico mobing ministerial. Hacienda le 'sopla' el impuesto a la banca, que sí permite en Extremadura, por el artículo 33, lo que no es de recibo, estése de acuerdo o no con el mismo. Fomento trata de justificar que mientras pasa con su gorrito de Papa Noel fin de semana sí, fin de semana también a repartir millones del saco común de todos los españoles por Galicia, Cantabria, Castilla y León y no digamos ya el Levante de Oro, en Asturias y sus infraestructuras no invierte ni una limosna. Y eso que se trata de infraestructuras cuya finalización se debe a esta tierra desde el pasado siglo. Hasta Correos se suma a darle palos al más pequeño sacando un sello postal, pomposamente presentado por la ministra Pastor en Galicia, del que se borra la costa asturiana y en el que la Ría del Eo se llama la Ría de Ribadeo. Simplemente ignominioso. Y a qué recordar que se obliga al cierre a la mineríadel Carbón cuando ahora se descubre que Europa nunca impuso tal cosa, al menos no hasta 2018.

Por eso creemos que Asturias necesita dar un golpe sobre la mesa, respaldado por la unanimidad de su Parlamento, la Junta General del Principado, para que en un gesto político de firmeza en Madrid recuperen la conciencia de que ésto no es una provincia de Galicia ni, aunque sea la única isla continental europea, es la ínsula Barataria. Porque no lo es.

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