Líderes indígenas bolivianas apoyan propuestas de Ecuador para reformar la OEA

Líderes indígenas bolivianas apoyan propuestas de Ecuador para reformar la OEA

Cochabamba (Bolivia).- La temperatura en el aeropuerto Jorge Wilstermann, ubicado en pleno centro de Cochabamba, empezaba a descender; los 30 grados centígrados registrados al medio día en la ciudad boliviana contrastaban con los 12 grados que se sentían cuando apenas el sol comenzaba a ocultarse.

 

El fuerte viento movía con cadencia las polleras de un decena de líderes indígenas bolivianas. Ellas formaban una calle de honor, alrededor de una larga alfombra roja tendida sobre la pista del aeropuerto. En ese lugar se esperaba el arribo de los Cancilleres y las delegaciones de los 23 países que participarán en la Segunda Conferencia de Estados Parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, a desarrollarse este martes.

Cada una de ellas portaba en sus manos un pequeño canasto de mimbre,  repleto de pétalos que, más tarde, serían lanzados a los visitantes de honor, en señal de bienvenida.

Uno a uno fueron llegando los delegados de las naciones firmantes del Pacto de San José. Colombia, Costa Rica, Guatemala, entre otros países arribaron primero y, además de las flores, la música entonada por la Banda Militar, una comparsa de la típica cueca cochabambina, amenizó el recibimiento.
Leonilda Zurita,  líder histórica del Movimiento Al Socialismo (MAS) y representante de la Confederación de Mujeres Campesinas y Originarias “Bartolina Sisa” expresó su alegría al mirar a las delegaciones latinoamericanas y del Caribe arribar a su natal Bolivia.

“Estados Unidos es el imperio más grande y siempre están buscando las formas de desestabilizar a los gobiernos de izquierda. Pero para eso América Latina, como nunca hará la fuerza para defenderse ante cualquier (intento) de intervención”, sostuvo la dirigente indígena al tiempo, que respaldó la propuesta planteada por Ecuador de cambiar la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a un país que haya firmado el Pacto de San José.

Para Zurita, los procesos desestabilizadores planificados desde el país norteamericano, no solo se dan a través de sus embajadas, sino que también se apoyan en ciertos medios de comunicación que, lejos de cumplir con su misión de informar, se convierten en actores políticos de oposición que más tarde se victimizan ante organismos como la CIDH, alegando que, donde ejercen su profesión, no existe libertad de expresión.



“Hay prensa que está al servicio del Imperio y solo buscan confrontarnos e incluso empiezan a convocar a movilizaciones para enfrentarnos entre hermanos”, dijo mientras volvía a tomar su posición en la calle de honor.

Eran las 19h30, el sol cochabambino dio paso a un cuarto de luna creciente. Un arco de flores colocado al principio de la alfombra roja amenazaba con desbaratarse por el fuerte viento.  La delegación de Uruguay y Chile hacían su arribo. Cubiertos por miles de pétalos de flores blancas, los diplomáticos subían a los autos que por ellos aguardaban, mientras una docena de periodistas, ubicados en el área de prensa, lamentaban la negativa de los funcionarios de dar declaraciones.

Al ver la frustración de los comunicadores, Celima Torrico, dirigente cochabambina que ejerció durante tres años el cargo de Ministra de Justicia, se acercó al área de prensa con la promesa de que “al próximo que venga lo iba a persuadir para que hable”.

“Es importante que el mundo conozca este evento realizado en Bolivia, donde se van a discutir temas que necesitan consensos; los países latinoamericanos debemos tener una sola voz, una sola posición”, decía.
Al ser preguntada sobre qué opina del informe de la Relatoría de la Libertad de Expresión que cuestiona al Gobierno de Ecuador por, supuestamente, crear un clima de “intolerancia” frente a la crítica, Torrico, con firmeza, responde: “Hablan de la libertad de expresión, de la libertad de prensa, pero esta es válida solo cuando de defender sus intereses se trata y de atacar a gobiernos progresistas, aquí en Bolivia también pasa lo mismo”.

Celima Torrico recuerda aquella época neoliberal en la que los gobiernos bolivianos tenían que esperar la aprobación de la Embajada de Estados Unidos para designar a Ministros de Estado o tomar cualquier decisión política. Ahora explica que el panorama es diferente. “Bolivia, como nación soberana y digna, ha dicho fuera Embajador. Ahora también fuera a la USAID y a las instituciones que trabajan imponiendo sus decisiones”.

Esta mujer, quechua hablante, de 46 años, dice respaldar las propuestas que nacieron desde Ecuador y manifiesta que con ellas se pretende dejar atrás a una Organización que, durante décadas, dio la espalda a toda una Región.

Se tiene previsto que durante la madrugada sigan llegando Cancilleres, Embajadores y Diplomáticos. Zurita y Torrico, junto a sus otras compañeras, también dirigentes campesinas, permanecerán en la pista del aeropuerto, recibiendo a todos aquellos que deseen participar en la construcción de una Organización, donde todas y todos se sientan representados. ER/El Ciudadano

Dejar un comentario

captcha