El volumen nominal global de productos híbridos de alto riesgo –preferentes, deuda subordinada perpetua y deuda subordinada a vencimiento- comercializados por el grupo BFA/Bankia “asciende a algo menos de 6.911 millones de euros, de los cuales unos 5.062 millones están en manos de minoristas y unos 1.849 millones están en manos de mayoristas”.

Estos son los últimos datos concretos que el Gobierno ha comunicado ahora al coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, después de que éste reclamara al Ejecutivo -vía ‘Solicitud de Informe a la Administración General del Estado’ en el Congreso de los Diputados- las cifras con el “número de titulares de participaciones preferentes y de otra deuda subordinada comercializadas por Bankia y volumen nominal global de dichos activos, distinguiendo entre clientes minoristas e institucionales”.

De estas drásticas cifras, así como del dato de que los 5.062 millones se reparten entre 206.641 minoristas, se desprende el hecho de que algo más del 73% de estos productos de riesgo (es decir, casi 3 de cada 4 euros invertidos en ellos) se colocó entre inversores particulares y no entre institucionales. La respuesta del Gobierno no facilita el número concreto de mayoristas que adquirieron estos instrumentos híbridos.

En detalle, la distribución facilitada por el Ejecutivo del PP a Cayo Lara señala que existe un saldo vivo de 3.245,919 millones de euros invertido en participaciones preferentes (3.123,153 en manos de 121.361 minoristas y 122, 766 millones en las de inversores mayoristas). Esto indica que más del 96% del dinero de las preferentes que se sacó al mercado fue a parar a sus clientes minoritas y pequeños inversores, mientras que los inversores institucionales fueron quienes se salvaron de lo que finalmente se ha demostrado como producto de alto riesgo.

Otros 1.936,054 millones pertenecientes a subordinadas con vencimiento fueron vendidos a 84.694 titulares minoristas. Aquí la cantidad entregada a mayoristas alcanza los 1.334,523 millones, hasta completar un monto total de 3.270, 577 millones de euros.

Por su parte, los 394,139 millones de euros de deuda subordinada perpetua comercializada se reparten en 2,596 millones entre 586 minoristas y 391,543 millones entre inversores institucionales.