El presidente ha afirmado que perseverar en la política emprendida es una garantía para la recuperación, que ya empieza a atisbarse, y que el principal objetivo del Gobierno es devolver el puesto de trabajo a los parados.
Mariano Rajoy ha comenzado su intervención recalcando que la revisión de los objetivos de déficit para este ejercicio y los siguientes ha dotado de mayor margen de maniobra al Ejecutivo: "La reducción prevista para 2013 era de más de 26.000 millones, que ahora quedaría reducida a poco más de 7.200 millones de euros". Esa diferencia marca la distancia "entre una senda de reducción del déficit razonable y factible y un estrangulamiento económico y social, en este año, para la sociedad española".
El presidente, que ha comparecido en el Congreso para informar sobre el Programa de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformas, ha insistido en que no hay cambios de rumbo en la política del Gobierno, "pero sí estamos en un nuevo escenario que nos permitirá desenvolvernos con mayor holgura".
Esto se debe a que el nuevo cuadro del Programa de Estabilidad estima que el déficit público "se situará este año en el 6,3% del PIB, para bajar al 5,5% en 2014 y al 4,1% en 2015, y situarnos por debajo del 3% en 2016". El esfuerzo en términos estructurales en 2013 "es muy similar al de 2012: dos puntos del PIB, lo que asegura el cumplimiento de nuestras obligaciones comunitarias", ha señalado.
El Gobierno ha fijado sus previsiones en función de lo anterior: "Las hemos hecho a la baja, cosa que no debe alarmar a nadie, porque es lo razonable. Son estimaciones deliberadamente prudentes, lo que las hace más serias y más fiables". Ha añadido que "no representan ningún cambio en la política económica, y mucho menos un cambio a peor".
Los parados, la gran prioridad
El presidente ha asegurado que "toda nuestra política económica, y buena parte de la social, está determinada por la existencia de esos más de seis millones de parados".
Mariano Rajoy ha insistido en que "seis millones de parados no merecen ligerezas de ninguna clase, ni políticas erráticas, sino esfuerzo, sacrificio y perseverancia". Su objetivo prioritario se concreta en "dar una oportunidad a los parados y a sus familias, para darle la vuelta a la situación y crear empleo. No se me ha elegido para otra cosa, y eso es lo que voy a hacer". Su tarea, ha añadido, no culminará "hasta que resolvamos nuestro principal objetivo que es devolver los puestos de trabajo a los parados".
Por ello ha aseverado que "el mejor servicio que podemos hacer a quienes sufren el paro es perseverar en nuestra política hasta que desaparezcan todos los obstáculos que bloquean el crecimiento de la actividad económica y la creación de empleo".
Rajoy ha asegurado que "esta es una batalla que es necesario ganar cada día, sin descanso y sin resignaciones. Yo no me acostumbro, ni me acostumbraré, al panorama del paro en España".
Mejoras sin triunfalismos
Para conseguir esos objetivos se está avanzando entre grandes dificultades, aunque el presidente ha asegurado que, pese a todo, "los cimientos que sostendrán la recuperación se refuerzan cada día que pasa. Algunos, espectacularmente, bastante más de lo que las previsiones anunciaban".
Evitando caer en el triunfalismo, ha destacado que se han producido avances muy significativos como la reducción del déficit público en dos puntos el año pasado aun a pesar de las dificultades. Ha recordado que en julio, con la crisis de la deuda soberana en ebullición y la prima de riesgo por encima de los 600 puntos, "si se hubiera atisbado cualquier vacilación, cualquiera, la presión de los mercados financieros nos habría conducido inexorablemente al rescate".
Ha añadido que España ya no necesita más financiación exterior, lo que significa que "hemos invertido la situación y estamos empezando a devolver lo que pedimos en su día". Esto representa "un auténtico vuelco de la economía española".
El mantenimiento de un rumbo claro y firme se ha traducido, a juicio de Rajoy, en confianza y credibilidad de España en el exterior. Gracias a eso, nuestro país "está ya en una situación nueva, más sólida y con más futuro que hace un año". En su opinión, "esto empieza a funcionar. Nos queda todavía mucha tarea que atender, pero llegará la cosecha", pues "hemos detenido la caída, vamos a empezar a mejorar y los resultados llegarán".
Pactos
En su turno de réplica a los grupos parlamentarios y, concretamente, en respuesta al grupo socialista sobre su propuesta de un pacto para superar la situación económica, el presidente del Gobierno ha subrayado que en su opinión "siempre es mejor el diálogo que el no diálogo pero que hay que ver para qué, porque si es para retroceder, yo prefiero avanzar".
En este sentido, Mariano Rajoy ha insistido en que "lo único que no podemos hacer es volver a las políticas que nos han traído hasta aquí", pues "para eso no me he presentado a las últimas elecciones".
El presidente ha recordado que el grupo socialista no ha apoyado al Gobierno en ninguna de las reformas realizadas en la Legislatura, lo que, en su opinión, "no le da autoridad moral para poder llegar a un acuerdo". No obstante, citó algunas reformas pendientes sobre las que pueden demostrar su disposición al entendimiento como son las referidas a la sostenibilidad del sistema de pensiones, las medidas anticorrupción, la ley de unidad de mercado o la reforma de la Administraciones Públicas.