Oviedo.-En la madrugada del pasado día 5, un grupo de policías habían establecido un dispositivo para el control de la delincuencia y contra el tráfico y consumo de sustancias estupefacientes en las zonas de ocio de Oviedo, tal como vienen realizando todos los fines de semana, de acuerdo con lo dispuesto por la Secretaría de Estado de Seguridad.
Mientras estaban realizando un cacheo a varios jóvenes en la C/. El Rosal de Oviedo, y levantando algunas actas por consumo de estupefacientes, un joven de 19 años, sin antecedentes penales, que se encontraba, consumiendo alcohol en las inmediaciones se acercó al grupo de policías, increpándolos por su actuación.
Los policías le indicaron en varias ocasiones que se alejara del lugar, ya que nada de lo que estaba sucediendo tenía relación con él.
Lejos de hacer caso, cada vez se fue acalorando más, siendo requerido para que se marchara hasta en 5 ocasiones.
Envalentonado por algún que otro aplauso de sus amigos, arrecio en sus insultos por lo que entonces, un policía, le solicitó su identificación. Se negó a ello, y cada vez se puso más violento, llegando a empujar al policía, y a continuación a agredirlo y tirarlo al suelo, produciéndole lesiones de las que tuvo que ser asistido en un centro sanitario.
El resto de compañeros procedieron a reducir al agresor y a su detención.
Lo que tenía que haber sido una tranquila noche de fiesta con sus amigos, terminó en los calabozos de la Comisaría, un buen disgusto para sus padres, el llanto de su novia, que se pasó un buen tiempo a las puertas de Comisaría esperando que lo pusieran en libertad, la preocupación de sus amigos, y para él, que figure en su historial una agresión a un agente de la autoridad, resistencia y desobediencia, la posible sanción penal una vez que se haya celebrado el juicio correspondiente, y todo por darse importancia delante de sus amigos.
Los jóvenes tienen que saber que la ley protege a los policías en el ejercicio de sus funciones, y de las graves consecuencias que puede tener agredir a los mismos y entorpecer sus actuaciones.
El tener antecedentes penales puede acarrear un grave inconveniente para múltiples cuestiones, como acceder a algunos puestos de trabajo, y determinados trámites administrativos.