A veces la historia de algunos vinos singulares está ligada a acontecimientos fortuitos, al igual que según los historiadores pudo ocurrir con la aparición del propio vino en la civilización, fruto de una fermentación inesperada.
Es el caso de Viña Albina ‘Vendimia Tardía’, un blanco semidulce de la categoría reserva, prácticamente único entre las elaboraciones riojanas, que podría considerarse un capricho del enólogo y un exclusivo placer para sibaritas.
Felipe Nalda, el enólogo que durante medio siglo ha sido el director técnico de Bodegas Riojanas, conocía bien los secretos y peculiaridades de un tipo de vinos tan especiales como los blancos semidulces, cuyas raíces en Rioja atribuye a la influencia francesa de finales del siglo XIX. Recuerda también que este tipo de vinos tuvieron un gran éxito comercial durante los años cincuenta y sesenta, en que se les consideraba los vinos favoritos de las mujeres, pero los cambios en las tendencias del consumo los condenaron a cierto ostracismo a partir de los años ochenta. Tan solo unas pocas bodegas clásicas, con marcas muy consolidadas, mantuvieron este estilo de vinos, al igual que ocurrió con los más conocidos y tradicionales blancos secos de Rioja con larga crianza en barrica de roble.
La aparición del Viña Albina ‘Vendimia Tardía’ se produjo precisamente en pleno cambio de tendencia, justamente hace ahora treinta años. Confiesa Felipe Nalda que en aquella vendimia del 83, días después de finalizada, descubrió que en la ‘cabezada’ de uno de los viñedos de la bodega había quedado una partida de uva blanca sin vendimiar. En los viñedos tradicionales, que solían compartir diferentes variedades de uva dentro de una misma parcela, era costumbre plantar la uva blanca en la parte más alta de la ladera, más aireada y soleada.
Y de estas vides antiguas y de baja productividad es de donde puede obtenerse un vino con tanta personalidad como el Viña Albina ‘Vendimia Tardía’, pero solo en añadas muy concretas, puntualiza Felipe Nalda, porque la climatología riojana no es propicia para el desarrollo de la ‘podredumbre noble’, que es la que origina esas uvas con mayor concentración de azúcar, casi pasificadas, con las que elaborar este tipo de vino.
Seis años después de aquella experiencia enológica ‘caprichosa’, convertido ya en reserva, el vino tuvo un estreno de lujo para deleite exclusivo de los asistentes a las celebraciones del centenario de Bodegas Riojanas. El éxito animó a seguir intentándolo cada vez que la añada lo permitía (actualmente solo se comercializan la 2001 y 2008), manteniendo siempre limitada a unas tres mil botellas la producción de este vino tan genuino y original, como difícilmente comparable a otros vinos.
Viña Albina ‘Vendimia Tardía’ destaca por su elegancia y finura. De color amarillo paja con tonos dorados y aroma muy personal, su secreto está en el equilibrio entre su contenido natural de azúcar y la acidez, lo que le confiere carácter y encanto, discreta dulzura con auténtica fragancia. Elaborado con una larga crianza de 16 meses en barrica de roble americano, envejece muy bien en botella durante años, perfeccionando ese buen ensamblaje entre la acidez y el dulzor de la fruta madura.
Las singulares características de Viña Albina ‘Vendimia Tardía’ le convierten en un producto ideal para el disfrute de los aficionados al vino, que podrán encontrarlo en tiendas gourmet a un precio sorprendentemente asequible –en torno a 15 euros botella- si se tiene en cuenta su exclusividad y limitada producción.
FICHA TÉCNICA
Viña Albina ‘Vendimia Tardía’, blanco semidulce reserva 2008
TIPO DE VINO: Blanco semidulce
AÑADA: 2008
CATEGORÍA: Reserva
VIÑEDO: 90% viura y 10% malvasía de Rioja, procedentes de una selección de los pagos más idóneos, con cepas viejas y microclima específico, del término de Cenicero (La Rioja).
ELABORACIÓN: Vendimia tardía con sobremaduración y focos de podredumbre noble. Fermentación de mosto yema en barricas de madera nueva de roble con paralización espontánea. Crianza de 16 meses en barricas nuevas de roble americano. Prosigue su maduración en botella, que puede ser positiva durante muchos años.
NOTAS DE CATA: Color amarillo paja ligeramente dorado, muy limpio. Aromas de gran sutileza y personalidad. Recuerdos florales de almendro, miel y vainilla. Apreciable crianza con perfume de finas maderas. Paladar meloso dominado por una agradable suavidad. Licoroso, con taninos dulces y sensible acidez perfectamente ensamblados. Sabroso final con excepcional persistencia gustativa.
TEMPERATURA DE SERVICIO: Servir entre 6º y 8º C.