Por Toni Tuñón.-Se acabó la Gran Misión por las plazas, el próximo Domingo a buen seguro, muchos echarán de menos la fiesta y la alegría de estos días, pero como todo tiene un final, este tenía que llegar.
Desde las alturas, la naturaleza estaba también expectante a lo que se decía.
Al igual que lo que aquí se dijo, esto no acaba aquí, una invitación final abre las puertas a continuar recibiendo estas palabras de esperanza, en un lugar concreto.
Ayer, día de la madre fue el mejor para tratar el tema de cierre. La Iglesia.
Transcribimos a continuación un pequeño resumen de lo acontecido:
¿Para que sirve la Iglesia?, ¿Ha fracasado?.
Estadísticamente en el mundo hay "sólo", 1.200 millones de católicos, podría pensarse que es una religión fracasada en comparación con toda la población mundial , contando además con que cada vez va menos gente a la Iglesia y los jóvenes se alejan más de ella, críticas y persecución a los cristianos, a los curas, al Papa, etc.
Pero una vez escuchado lo dicho ayer, a buen seguro muchos cambiarían su percepción sobre ella.
“Realmente, la Iglesia es una ayuda para el hombre que quiere y se deja”.
Todo está escrito, la Biblia dice por medio de S. Mateo, “vosotros sois la sal de la tierra” y en otro versículo, “sois la luz del mundo”. Los cristianos, los que acogen la palabra sois la luz del mundo, que como una vela en una habitación oscura, puede dar un poco de luz aquel que la puede necesitar para encontrar el camino, o para ver al menos un poquito a Jesucristo, que es realmente el verdadero foco que ilumina a todo el que lo quiere escuchar y acoger y darle la alegría de la vida eterna”.
Realmente hay una nueva sabia en la Iglesia, niños, jóvenes, adultos y ancianos contentos y atentos a cada palabra que salía de la boca de los que hablaban.
También paseantes que ajenos a todo, continuaban sin prestar el menor caso, seguramente no era aún el momento para ellos.
“Una luz que puede iluminar a muchos sin que formen parte jurídica de la iglesia, pero que si pueden ser salvados por una palabra”.
“Dios no quiere más al que está en la iglesia que el que esté fuera, tampoco le hace más caso al que está, la diferencia, es que el que está dentro le pide, sabiendo que Dios le ayudará, porque Dios escucha a todo el que le pide”.Afirmaban
“La gran noticia es que Dios ama a todos, estén o no en la Iglesia, incluso como se decía el segundo día, al más pecador. La misericordia de Dios es enorme, y ser la luz de Dios es un servicio, como estamos haciendo, desde aquí arriba, con miedo y temblores en las piernas ante todos vosotros que escucháis, pero que una vez experimentado el Amor de Dios en nuestra vida, no podemos quedar callados y no anunciarlo para que otros lo experimenten”.
“La felicidad sólo viene de Dios, ni el dinero, ni los afectos, ni cualquier otra idolatría te hace feliz, sólo Dios llena verdaderamente el corazón del hombre”..
“Deja la puerta de tu corazón abierta a Dios y El hace el resto, cuando nos llenamos de nosotros no dejamos sitio para Dios, en cuanto nos dejamos vaciar un poquito, entra y nos ayuda”.
La gratuidad existe realmente.
Finalizando la charla/catequesis de hoy, Samuel desde Gijón y Enmanuel e Ignacio desde Oviedo invitaron:
"A cada uno que está hoy aquí, Dios quiere darle este amor, sólo hay que hacer como la virgen María cuando el ángel le anuncio que iba a concebir a Jesús: “hágase en mi según tu palabra, y creyó”, a partir de ahí, Jesucristo se empieza a gestar despacito en tu vida”.
“Hoy Dios quiere tu felicidad y para ello nos presenta a nuestra madre, hoy día de la madre, que es su iglesia, que abre sus brazos, para el que quiera seguir recibiendo la palabra de amor de estos Domingos venga gratis a recibirla”.
Si hoy no entiendes nada, pídele a Dios un milagro y Dios te ayudará, incluso si no crees, la puerta de la Iglesia está abierta, porque Dios existe, creas o no creas.
La iglesia, tu madre buena, te perdona y te ama, es el cuerpo visible de Jesucristo.
Y como no nos hemos encontrado con Jesucristo sin la Iglesia, esto no acaba aquí. Esta palabra seguirá resonando si queréis, pero dentro de la iglesia a partir de ahora, seguiremos, “aunque sea sólo por uno”.
10.000 plazas se quedarán a partir del próximo Domingo un poco más vacías, pero seguramente nuevos corazones estarán más llenos de vida y esperanza.