Por Luis Laria.-En la tarde de ayer CEPESMA procedió a realizar la necropsia del ejemplar varado en Ribadesella y que fue trasladado a las instalaciones del Parque de la Vida en Luarca.
Después de una árdua tarea de reconocimiento del cadáver , estudiando todos los aspectos epidérmicos en los que destaca hacer mención a las huellas de lampreas y también de calamares gigantes en su piel, se procedió al estudio interno.
El resultado de su muerte no se hizo esperar, después de observar las distintas vísceras sin anomalía alguna y en perfecto estado al llegar a los estómagos se encontró una importante cantidad de restos de arte de pesca de arrastre en su cavidad e intestino, restos inservibles que son dejados en el mar y que como vemos representan un daño cuantioso aun pasando mucho tiempo, porque la durabilidad de estos útiles , es muy prolongada .
El ejemplar, podríamos decir un bebé con solo un año de edad, aun lactante, también había realizado ya sus primeras capturas por si solo al encontrase en los estómagos diversos picos de cefalópodos.
Los restos óseos no son recuperables debido a la cartilaginosidad de la estructura ósea que hace imposible su adecuada conservación, pudiendo conservar el cráneo y las hemimandíbulas en las que aun los dientes no han aflorado de la encía.
Resultado penoso de una necropsia
En muchas ocasiones cuando intentamos saber las causas de la muerte de un delfín, tortuga, ballena o cachalote etc…sentimos una impotencia singular por los daños que sistemáticamente somos capaces de ofertar a la vida marina y a lo que no ponemos remedio alguno.
Éste, el cachalote bebé que murió en la playa de Vega en el municipio de Ribadesella es un ejemplo de ello.
Con solo un año de vida, se encontró jugando…seguramente con lo que le causaría su muerte atroz, ni más ni menos que desechos humanos como tantas veces ocurre y que se llevan por delante a animales que viven en ese medio cada vez más hostil que es su propio hábitat, el mar.
Cada año, el hombre vierte al litoral cerca de una tonelada de residuos por kilómetro cuadrado, al año de diversa índole y procedencia, y los plásticos y derivados se configuran como una de las lacras mas funestas de las observables, puesto que otros elementos no tan visibles matan…callando.
En los inicios de la década 2000, una isla de plásticos tan extensa como la península Ibérica era localizada en aguas del Pacifico, a medio camino entre la populosa región de California y las exóticas islas de Hawái.
El 10 de Enero de 2010, tristemente otra masa de estos componentes de uso cotidiano se observaba mediante un satélite de la Nasa en la vertical superior de Puerto Rico en el Atlántico Antillano, en este caso de más de 300.000 metros cuadrados, para vergüenza de los países ribereños de este océano, incluyéndonos a nosotros mismos..los europeos.
Es realmente curiosa la apatía gubernamental actual que mira a otro lado sin ser consciente de las responsabilidades futuras en esta sociedad mercantilista sin respeto a nada.